Explosiones simultáneas dejaron muertos, heridos y severos daños a la infraestructura eléctrica; autoridades activan plan especial de seguridad y ofrecen millonaria recompensa
La capital de Norte de Santander vivió una madrugada de caos y zozobra tras la detonación de artefactos explosivos en dos zonas de Cúcuta y su área metropolitana. Los ataques, que se produjeron con pocos minutos de diferencia, sacudieron la tranquilidad de miles de habitantes y dejaron un saldo preliminar de personas muertas, heridos y cuantiosos daños materiales.
Entre los afectados se encuentra el medallista olímpico y referente deportivo cucuteño Jossimar Calvo, quien se hallaba cerca de uno de los puntos donde ocurrió una de las explosiones. Aunque su estado no reviste gravedad, el gimnasta fue atendido por las autoridades y su caso generó una fuerte reacción pública, pues representa el impacto de la violencia incluso en figuras emblemáticas de la región.
Una ciudad despertó a oscuras
La fuerza de las detonaciones provocó daños significativos en la infraestructura eléctrica. Postes derribados, transformadores destruidos y redes de energía colapsadas dejaron sin servicio a varios sectores de la ciudad. Además, locales comerciales, vehículos y viviendas cercanas quedaron con vidrios rotos y daños estructurales.
Organismos de socorro atendieron múltiples emergencias durante toda la madrugada, mientras las autoridades locales pedían calma en medio de la incertidumbre.
Recompensa y despliegue de seguridad
El gobernador de Norte de Santander y la Alcaldía de Cúcuta condenaron de manera categórica los ataques y anunciaron una millonaria recompensa para identificar y capturar a los responsables. Según las primeras hipótesis, los explosivos habrían sido instalados por grupos armados que buscan ejercer presión sobre las autoridades y demostrar su presencia en corredores estratégicos del departamento.
El comandante de la Policía Metropolitana informó que se activó un Puesto de Mando Unificado y que se desplegaron unidades especiales para blindar la ciudad ante la posibilidad de nuevos hechos violentos. “No vamos a permitir que organizaciones criminales siembren terror. Ya hay líneas claras de investigación”, afirmó.
Norte de Santander enfrenta desde hace meses un recrudecimiento de la violencia debido a la confrontación entre estructuras armadas ilegales, grupos residuales y redes criminales dedicadas al narcotráfico, la extorsión y el contrabando. Cúcuta, por su posición fronteriza y su importancia estratégica, ha sido epicentro de amenazas y atentados que afectan directamente a la población civil.
El ataque de esta madrugada reaviva el clima de miedo entre los habitantes y pone en evidencia la urgente necesidad de fortalecer las medidas de seguridad en la región.
La noticia del afectado estado del gimnasta Jossimar Calvo generó una ola de mensajes de apoyo de deportistas, seguidores y ciudadanos que rechazaron los hechos y pidieron el pronto restablecimiento de la calma. Para muchos, la violencia alcanzó simbólicamente a uno de los talentos más importantes que ha dado Cúcuta.
