Por: Jaime Guzmán
Ojo si en la primera fase de la Libertadores nos quedamos y seguimos siendo los campeones de una ilusión.
Y es que nadie es imbatible y perfecto pero perder con el recien ascendido duele como golpearse el dedo meñique.
A Reyes le hace falta un poco de autocrítica. Y eso se evidenció en juego que si bien muchos dicen que dicen que es para el olvido, opino como pocos que no se debe olvidar para repasar y caer en cuenta donde ocurrió la deficiencia que hoy el Tiburón no fue más que un pez en la orilla de la playa donde una » Fortaleza» de hombres y lo intimidó.
Hay perdón pero no olvido. Se espera que corrija cuanto antes, si no lo digo una y otra vez… Seremos unos auténticos campeones de la ilusión.