Una vez más, el París Saint-Germain demuestra que el trono de la Ligue 1 tiene dueño. Con una actuación arrolladora en el Parque de los Príncipes, el conjunto parisino no solo sumó tres puntos vitales, sino que dejó claro que su hegemonía en el fútbol francés sigue más viva que nunca.

Con un fútbol ofensivo, dinámico y letal, el PSG dominó de principio a fin, anulando por completo a su rival y deleitando a una afición que ya comienza a soñar con otro título más en las vitrinas del club. Kylian Mbappé, figura indiscutible del encuentro, brilló con goles y asistencias, demostrando por qué sigue siendo el alma de este equipo.

Luis Enrique, técnico del conjunto capitalino, se mostró satisfecho por el rendimiento colectivo: “Este grupo está comprometido, tiene hambre de gloria y quiere seguir haciendo historia”, afirmó en rueda de prensa.

Con esta victoria, el PSG no solo se mantiene firme en la cima de la tabla, sino que también manda un mensaje claro a sus perseguidores: la dinastía parisina sigue más fuerte que nunca.