Un nuevo hecho de violencia estremeció a Cali. Un atentado terrorista con granada de fragmentación se registró en el sector de La Casona, oriente de la ciudad, dejando cuatro personas heridas, entre ellas un taxista, y generando pánico entre los habitantes de la zona.
Según la información preliminar, el artefacto explosivo fue lanzado contra la vía pública en un sector con alta afluencia de personas y vehículos. La detonación provocó una fuerte onda expansiva que alcanzó a varias personas que se encontraban cerca, causándoles heridas por esquirlas y contusiones. Los cuatro lesionados fueron trasladados a centros asistenciales, donde permanecen bajo observación médica.
El estruendo se escuchó a varias cuadras a la redonda. Vecinos relataron momentos de confusión y miedo, mientras comerciantes cerraban de inmediato sus locales y el tránsito era suspendido de forma temporal. La zona fue acordonada por la Policía Metropolitana de Cali, que desplegó unidades especializadas en explosivos para descartar la presencia de otros artefactos.
Declaraciones del comandante de la Policía de Cali
El comandante de la Policía Metropolitana de Cali, general Edwin Urrego, confirmó el balance de heridos y rechazó el ataque:
“Bueno, se nos presenta un hecho desafortunado alrededor de las 7 de la noche, aquí en el barrio Marroquín 1, donde se lanza una granada de fragmentación contra unos policías, una patrulla de policías que se encontraba realizando un plan de búsqueda de antecedentes”.
El oficial señaló que se activó un operativo especial para dar con los responsables:
“Desde el primer momento desplegamos todas nuestras capacidades investigativas. Unidades de inteligencia y policía judicial trabajan en la recolección de pruebas, revisión de cámaras de seguridad y testimonios para identificar y capturar a los autores de este atentado”.
De acuerdo con el general Urrego, los heridos presentan lesiones por esquirlas en diferentes partes del cuerpo y fueron trasladados de inmediato a centros asistenciales:
Uno de los aspectos que más preocupación generó fue la presencia de menores de edad entre las personas que se movilizaban en el taxi. El comandante de la Policía confirmó que se trataba de una familia:
Sobre el estado de salud de los niños, el oficial aclaró que, aunque no presentan heridas visibles, permanecen bajo observación médica:
“Por ahora, los menores están siendo objeto de observación, no presentan lesiones visibles, pero se encuentran en un centro asistencial para revisar si la onda explosiva produjo algún daño”.
Tras el atentado, la Policía activó un amplio dispositivo de seguridad en la ciudad para dar con los responsables:
“Se ha activado el plan candado y de cierre en diferentes puntos de la ciudad y en este momento nos encontramos realizando un trabajo de búsqueda de información a través de cámaras de video”, señaló el general Urrego.
El ataque generó pánico entre los habitantes de Marroquín 1, donde comerciantes cerraron sus locales y decenas de personas salieron a la calle tras escuchar la fuerte explosión. La zona fue acordonada mientras unidades antiexplosivos realizaban la inspección correspondiente.
Este hecho reaviva la alarma por la seguridad en el oriente de Cali, donde la población civil vuelve a quedar en medio de acciones violentas dirigidas contra la fuerza pública, pero que terminan afectando a ciudadanos inocentes, incluidos niños. Las autoridades avanzan en la investigación y no descartan que el ataque esté relacionado con estructuras criminales que buscan intimidar y generar zozobra en la ciudad.El general Urrego también envió un mensaje a la ciudadanía:
Le pedimos a la comunidad que conserve la calma y que cualquier información que pueda aportar sea suministrada de manera confidencial. No vamos a permitir que estructuras criminales sigan sembrando miedo en Cali”.
