La región amazónica de Ecuador, azotada por la minería ilegal y el narcotráfico, ha sido escenario de un nuevo hecho de violencia. El 9 de mayo de 2025, una emboscada en la zona de Alto Punino, en la provincia de Orellana, cobró la vida de 11 soldados ecuatorianos que participaban en un operativo contra la minería ilegal.
El atentado fue atribuido inicialmente al grupo armado «Comandos de la Frontera», una disidencia de las FARC que opera en la frontera con Colombia. Sin embargo, este grupo negó su responsabilidad. La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación por terrorismo para esclarecer los hechos.
El presidente Daniel Noboa, visiblemente conmovido, declaró tres días de duelo nacional y nombró a los militares fallecidos como Héroes Nacionales. “Este crimen no quedará impune”, aseguró, al tiempo que anunció apoyo para las familias de las víctimas en vivienda, salud y educación.
🇪🇨 Honores de Estado para los soldados caídos
El domingo 11 de mayo, se realizó una emotiva misa de cuerpo presente en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro de Quito. Los féretros, cubiertos con la bandera nacional, fueron recibidos por familiares, altos mandos militares y autoridades del Estado.
El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, destacó la valentía de los soldados asesinados:
“No son extraños, son nuestros hermanos, padres, hijos… héroes que sabían que al estar en la primera línea podían perder lo más preciado”.
La ceremonia, marcada por el silencio solemne y las lágrimas de sus familiares, cerró con un llamado a la unidad nacional y al fortalecimiento de las fuerzas armadas frente a la creciente amenaza en la frontera amazónica.