Hoy Venezuela celebró elecciones legislativas y regionales en un clima de profunda desconfianza y apatía ciudadana. A pesar de la magnitud del evento, en el que se eligieron 285 diputados para la Asamblea Nacional, 24 gobernadores y 260 legisladores regionales, la jornada estuvo marcada por una participación extremadamente baja, estimada en torno al 16% .
Una jornada desierta
Desde tempranas horas, los centros de votación en Caracas y otras ciudades del país lucieron vacíos. La mayoría de los votantes que acudieron eran simpatizantes del chavismo, especialmente personas mayores movilizadas por promesas de beneficios sociales . La oposición, dividida entre quienes llamaron al boicot y quienes optaron por participar, no logró una convocatoria significativa.
Oposición fragmentada
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD) se mostró fracturada ante estos comicios. Mientras figuras como María Corina Machado llamaron a la abstención, denunciando la falta de condiciones democráticas, otros líderes como Henrique Capriles y Manuel Rosales decidieron participar, argumentando la necesidad de mantener espacios de resistencia .
Reacciones internacionales
La comunidad internacional expresó su preocupación por la falta de condiciones democráticas en estos comicios. Organismos y gobiernos cuestionaron la legitimidad del proceso y la ausencia de observación electoral independiente .
Las elecciones de hoy 25 de mayo en Venezuela reflejan una profunda crisis de legitimidad y participación ciudadana. La consolidación del poder por parte del chavismo, en un contexto de represión y desconfianza, plantea serios desafíos para el futuro democrático del país.