Un fuerte vendaval sorprendió en la tarde de este domingo a los habitantes de Soledad, Atlántico, dejando tras de sí techos levantados, calles anegadas y familias enteras que hoy intentan recuperar lo poco que quedó en pie.

La emergencia, que afectó al menos a diez barrios del municipio, se produjo en cuestión de minutos: un cielo gris, un viento desbordado y la lluvia convertida en tormenta hicieron que la rutina sabatina se transformara en caos.

“Sentimos que la casa se nos venía encima. El viento arrancó las tejas y el agua empezó a entrar. Solo alcanzamos a correr con los niños a la casa de un vecino”, relató entre lágrimas la señora Maritza, residente del barrio Villa Estadio.

Ante la magnitud de lo ocurrido, la alcaldesa Alcira Sandoval ordenó activar el Comité de Riesgo Local y desplegar equipos en las zonas afectadas para levantar un censo y determinar el número real de damnificados. Según el reporte preliminar, las afectaciones se concentran en los sectores más vulnerables, donde las viviendas construidas con materiales frágiles no resistieron la fuerza de la tormenta.

Los vecinos describen escenas de angustia: calles convertidas en ríos, postes a punto de caer, techos desprendidos que volaban sobre las viviendas y familias enteras intentando salvar sus pertenencias con lo que tenían a mano.

Mientras tanto, la comunidad pide a las autoridades rapidez en la atención. “Perdimos las camas, los colchones y parte de la ropa de los niños. Necesitamos ayuda urgente porque no tenemos dónde dormir”, señaló don Álvaro, uno de los afectados en el barrio La Floresta.

Defensa Civil, Bomberos y organismos de socorro acompañan las labores de evaluación y atención inicial, aunque la magnitud del daño hace prever que la recuperación será lenta.

Soledad, golpeada por la fragilidad de sus viviendas y las recurrentes emergencias invernales, enfrenta hoy otra dura prueba. En medio de la incertidumbre, las familias damnificadas esperan que el censo avance rápido y que la ayuda llegue antes de que la lluvia vuelva a golpear.

El gobernador Eduardo Verano de la Rosa hizo presencia en el lugar del desastre natural que hasta el momento no registra lesionados. El gobernador llegó con su equipo para evaluar daños y buscar soluciones.