El atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue ejecutado por un menor de edad que, según la Fiscalía, fue engañado y manipulado para disparar. Al joven, de apenas 16 años, le dijeron que solo debía intimidar, pero terminó jalando el gatillo.
La investigación reveló además que el ataque fue financiado a través de transferencias por Nequi, utilizando montos pequeños para evadir controles. Estos pagos digitales permitieron seguir la pista de los involucrados y ubicar a parte de la red que coordinó el atentado.
El hecho ocurrió en Bogotá y, aunque Uribe resultó ileso, el intento de homicidio ha causado conmoción nacional. La Fiscalía no descarta que detrás del plan estén estructuras criminales, y ya son 14 los precandidatos que han solicitado protección reforzada a la Unidad Nacional de Protección.
La amenaza, en plena época preelectoral, refleja un escenario de creciente inseguridad para quienes aspiran a cargos de elección popular.