Indignados se encuentra la ciudadanía de la Capital del Atlántico, por el cierre temporal de las instalaciones del Tribunal Superior de Barranquilla, muchos de los usuarios, se sorprenden al llegar a consultar sus inquietudes y son atendidos por el personal de vigilancia, quienes desde las rejas alegan que «No hay nadie, está cerrado. Todo por correo» señalando el letrero que se encuentra pegado a los barrotes en las afueras del lugar.
En la cartelera dice «Cerrado por obras». Lo que llama la atención es que tanto los magistrados como el resto de los funcionarios no están laborando, ni atendiendo al público, teniendo en cuenta que en la Arenosa se encuentra en víspera de las fiestas carnestolendas.
Aunque la virtualidad llegó como un mecanismo para enfrentar la Pandemia, el Consejo Superior de la Judicatura estableció que, a partir del 11 de enero del 2023 y una vez terminara la vacancia judicial, los funcionarios de la justicia podrán ejercer sus funciones de manera virtual y remota, es decir, desde un lugar distinto al despacho.
Sin embargo está norma no es excusa para que no se cumpla con la atención a los ciudadanos en lo presencial, pues una de las condiciones es que se debe garantizar la presencialidad de todas sus funciones en al menos el 50% de la semana, además de contar con un espacio donde puedan realizar un buen servicio sin limitaciones tecnológicas.
Ahora bien son 90 días que podría extenderse hasta Semana Santa, osea que en pocas palabras, para las personas del común esto es arbitrario.