Entre escombros humeantes, el eco de las sirenas y una nube de polvo que cubría el cielo de Boca Ratón, Florida, se vivió una escena de tragedia la mañana de este viernes. Una avioneta modelo Cessna 310R se precipitó sobre una concurrida vía cerca del aeropuerto local, provocando un voraz incendio y dejando un saldo fatal: tres personas fallecidas y un herido leve.

El reloj marcaba las 10:20 a.m. cuando el pequeño avión, que tenía como destino Tallahassee, comenzó a mostrar movimientos erráticos en el aire, según los registros de Flightradar24. Segundos después, se estrelló contra el pavimento, impactando un vehículo en tierra y desatando el caos en la zona. El fuego envolvió la aeronave y alcanzó al menos un automóvil, obligando al cierre inmediato del sector.

Michael LaSalle, subjefe del departamento de bomberos y rescate de Boca Ratón, confirmó que los tres ocupantes de la avioneta murieron en el acto. Un hombre que se encontraba en el vehículo impactado resultó herido, pero afortunadamente su vida no corre peligro.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y la Administración Federal de Aviación (FAA) ya se encuentran investigando las causas del accidente. Aunque aún no hay un informe oficial, se manejan como posibles hipótesis un fallo mecánico o un error humano.

Este nuevo siniestro aéreo ocurre tan solo un día después de otro trágico accidente en Nueva York, donde un helicóptero cayó en el río Hudson, cobrando la vida del piloto y de cinco miembros de una familia española.

En Boca Ratón, las autoridades aún trabajan en la limpieza de los escombros, mientras los residentes, conmocionados, intentan asimilar lo ocurrido. La tragedia, inesperada y devastadora, vuelve a encender las alarmas sobre la seguridad aérea en zonas urbanas.