A sus casi 40 años, Teófilo Gutiérrez sigue marcando la diferencia en el Junior de Barranquilla. Su trayectoria habla por sí sola: ha pasado por equipos de renombre en Europa como el Trabzonspor de Turquía y el Sporting de Lisboa de Portugal, además de su destacado paso por Sudamérica en clubes como Cruz Azul y River Plate, donde conquistó la Copa Sudamericana, la Liga y la Copa Libertadores.
En su regreso al Junior, ha demostrado ser el líder que el equipo necesitaba. Su presencia ha sido clave para darle equilibrio al juego, conectando la defensa con el ataque, una tarea que no podía recaer únicamente en Didier Moreno, por más entrega y corazón que le ponga al mediocampo.
El buen momento del Junior no solo pasa por los pies de Teófilo. Jugadores como Brian Castrillón por la banda, Jimmy Chará con su desequilibrio, Guillermo Paiva con su capacidad goleadora y Carlos Bacca con su inteligencia dentro del área, también han sido fundamentales. Sin embargo, Gutiérrez reúne todas esas cualidades en un solo jugador: visión, liderazgo y una técnica exquisita que deja momentos inolvidables en cada escenario deportivo.
Su temperamento y entrega en la cancha lo hacen un futbolista que despierta amores y odios, pero que jamás pasa desapercibido. Además, su regreso ha coincidido con un Junior que sigue sumando puntos y extendiendo su invicto en la Liga. Desde su vuelta, el equipo rojiblanco no ha conocido la derrota, logrando triunfos clave como el 2-1 ante Millonarios en Barranquilla, la victoria 1-0 frente a Llaneros como visitante, y el importante triunfo en el clásico caribeño ante Unión Magdalena. Más recientemente, fue pieza clave en la victoria contra La Equidad en Bogotá, siendo determinante en la jugada del penalti que definió el partido.
Ahora, Junior se prepara para un reto de alta exigencia: enfrentar a Independiente Medellín el próximo domingo 6 de abril, en un duelo que pondrá a prueba el invicto del equipo y la influencia de Gutiérrez en el campo.
Teófilo Gutiérrez no es solo un jugador más en la historia del Junior. Es un referente, un símbolo de lucha y pasión, un verdadero superhéroe rojiblanco.