La Superintendencia Nacional de Salud anunció la adopción de dos medidas cautelares dirigidas a la Nueva EPS, en respuesta a las crecientes preocupaciones sobre el riesgo que enfrentan millones de afiliados ante posibles fallas en la atención y el manejo de recursos del sistema de salud.

Las medidas, de carácter preventivo, buscan proteger la vida e integridad física de los usuarios, así como garantizar la correcta destinación de los recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS).

“Estamos atentos y vigilantes para que todos los actores cumplan a los usuarios afiliados al sistema de salud”, aseguró el superintendente Giovanny Rubiano García.

Control reforzado a la operación financiera de la EPS

La primera medida contempla una orden directa al contralor designado para que realice seguimiento a las postulaciones para el giro de recursos a la red de prestadores y proveedores de servicios de salud de la Nueva EPS. Este seguimiento incluirá validaciones técnicas bajo criterios de legalidad, oportunidad y destinación de los recursos, dejando constancia documentada de cada análisis y recomendación.

La segunda medida consiste en un seguimiento presencial y permanente al cumplimiento del plan de trabajo que la Supersalud ha establecido para la EPS. La tarea será asumida por el equipo técnico de la delegatura de aseguramiento, que verificará el avance de cada acción implementada para garantizar la atención adecuada a los usuarios.

La Supersalud fue enfática en advertir que tanto la Nueva EPS como sus prestadores y proveedores son sujetos vigilados y, por tanto, deben cumplir estrictamente con el régimen de giros y condiciones impuestas. Se busca prevenir prácticas no autorizadas y garantizar la transparencia en el uso de los recursos públicos.

En una comunicación dirigida a los usuarios del sistema de salud en Medellín, el superintendente Rubiano calificó como “calamitosa” la situación que enfrentan muchos afiliados, y destacó que sus causas son de carácter estructural y sistémico. En ese sentido, hizo un llamado al fortalecimiento del primer nivel de atención, clave para resolver eficazmente la demanda en salud.

“La demora, la negación de un servicio, la entrega incompleta de medicamentos y cualquier barrera impuesta a la prestación de servicios atenta contra la salud y la vida de los ciudadanos”, advirtió Rubiano.

Finalmente, el funcionario recordó que todos los actores del sistema tienen una responsabilidad directa frente a un derecho fundamental como es la salud, y reiteró el compromiso de la Supersalud con la defensa de los usuarios.