Por: Redacción
Durante más de 6 horas, la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes desarrolló la 3ra Audiencia Pública para debatir, desde diferentes posiciones sociales, ambientales, económicas, académicas y políticas, dos proyectos de Ley que prohíben el fracking en Colombia, un tema que ha sido bastante álgido y controversial, y que, de no ser aprobada, viabilizaría la explotación de hidrocarburos en el territorio con esta técnica a la que muchos se oponen y con la que otros están de acuerdo.
La aplicación de esta técnica de extracción se desarrolla cuando se fractura hidráulicamente y perfora de forma horizontal las rocas que tienen petróleo y gas. Por lo anterior, el desarrollo de la audiencia estuvo enmarcada en diferentes bloques que comprendieron generalidades de este tema en medio ambiente, salud, sector energético, económico y el trabajo que se ha venido adelantando desde el legislativo, donde por varios congresistas, sentaron posiciones claras.
Uno de los primeros asistentes en la intervención fue el ministro de Minas y Energías, Diego Mesa; quien destacó como satisfactorio y constructivo el 1er diálogo territorial sobre Proyectos Pilotos de Investigación Integral que se llevó a cabo en el municipio de Puerto Wilches, en Santander; un ejercicio que según el Ministro ha sido recomendado por expertos antes de decidir sobre una posible exploración con fines comerciales a estos territorios.
Por otra parte, en la audiencia también participó el relator especial de las Naciones Unidas, Marcos Orellana; quien contradijo la posición del Ministro y les solicitó a los congresistas que, desde su papel como legisladores del país, prohibieran con un no irrevocable esta práctica que generaría un impacto negativo al medio ambiente y una inevitable contaminación toxica que amenazaría la vida, la salud y los ecosistemas.
Mientras tanto, la bióloga colombiana y rectora de la Universidad EAN, Brigitte Baptiste; sostuvo que «Para Colombia es importante reconocer que se han identificado riesgos centrados en la transformación de territorios por la acumulación de pozos, por ejemplo, cuando se trata de nuevas perforaciones». La académica reconoció que entre los riesgos del Fracking estarían: la contaminación de agua subterránea, el impacto por el volumen del uso del agua y la ineficiencia agropecuaria en Colombia.
La senadora del partido Comunes, Sandra Ramírez; quien también tuvo posición en este encuentro, indicó a los participantes y espectadores que se necesita tomar conciencia y organización para armar movilizaciones en defensa de los territorios “Con el fracking no es posible ningún desarrollo sostenible, no es sostenible envenenar las aguas de nuestros ríos y volver estéril nuestro suelo”.
Según lo indicado por el experto en el tema y geólogo, Cesar Mora, de las 23 cuencas colombianas solo 5 tienen potencial para la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales y yacimiento en roca generadora, las cuales están ubicadas en las zonas del Magdalena superior y medio, la Cordillera Orienta, en el Catatumbo y en el departamento de Cesar.
Después de varias apreciaciones, los senadores Jorge Londoño, del partido Verde; Gustavo Petro, de Colombia Humana y Gustavo Bolívar, de Decentes; intervinieron dejando clara su posición radical de decirle no al fracking. El congresista Londoño manifestó “Me preocupa el argumento que ahora nos dicen que esta técnica es fundamental para poder llevar a cabo la transición energética, la cual va a durar alrededor de 30 años, según expertos en este conversatorio”.
De acuerdo con esta posición estuvo el senador Petro, quien insistentemente preguntaba “¿Por qué la insistencia en el fracking?, aquí han dicho que no es rentable. Para que pueda haber tienen que lograr que las empresas que lo hagan, no le paguen nada al Estado colombiano y así es rentable”.
Por último, el parlamentario Bolívar expresó que también estaba en contra de esta práctica y que “Esa independencia casi exclusiva de los hidrocarburos para llevar la economía en Colombia no es buena, porque se ha adormecido nuestra industria y el campanazo de alerta nos lo ha dado el Covid-19″.