PROJUPAZ 2021

“El problema que enfrenta Colombia es que actualmente en el marco agropecuario en productividad y competitividad está por debajo del promedio a nivel internacional. Los cultivadores tienen un conocimiento básico sobre las prácticas del cultivo, aunque algunos de sus sistemas productivos son tradicionales, menos del 70% emplea semilla certificada; combinan consumo de agrotóxicos con compostajes; sus sistemas de preparación de suelos son moderados e intensivos; pocos de ellos utilizan análisis de suelos para sus programas de fertilización, al igual que muy pocos implementan programas para el manejo integrado de plagas y enfermedades en los cultivos; y pocos de ellos utilizan sistemas de riego localizado.

Las consecuencias ambientales derivadas de un sector rural manejado sin conocimiento son muchas y de efectos muy nocivos como el desperdicio de la superficie es un daño muy grave porque significa mal uso de la tierra, que incluye tala innecesaria con todos sus efectos colaterales (Deforestación, erosión, insumos sobre más superficie de la necesaria, mayor vulnerabilidad a plagas y enfermedades, etc. etc.) No son esos los únicos daños ambientales derivados de la “Mala Agricultura”, Son muchos más, entre ellos y muy graves, está “el mal uso y desperdicio del agua”“Agua Virtual” impacto hídrico bruto sobre el entorno (cantidad real de agua requerida para la fabricación de cualquier bien o producto agrícola o industrial) y “Huella Hídrica” volumen total de agua dulce empleado en la producción.  

 Pobreza, Desempleo y Emigración. – La importación de maíz, por ejemplo, es muy común en la mayoría de los países de la región. Muchos de ellos importan más del 50% de su demanda, pese a que podrían autoabastecerse, generando puestos de trabajo, que a su vez reducirían la pobreza y la emigración.  Se pueden desarrollar políticas y programas que conduzcan, como debe ser, al autoabastecimiento en el corto plazo y a disponer de cuota exportable en el mediano y largo plazo.

 En términos ambientales, la propuesta incluye 10 hectáreas de maíz para obtener 200 toneladas/año en reemplazo de las 81 hectáreas que se emplean actualmente para alcanzar la misma cosecha en el Tolima. (Encuesta Nacional Agropecuaria 2010, Ministerio de Agricultura. Rendimiento medio de Maíz en Tolima: 2,47 ton/ha). Las 200 toneladas/año se obtienen en solo 10 hectáreas con un rendimiento de 8 Ton/ha/Cosecha y un total de 2,5 cosechas año. Este mismo ejemplo puede aplicarse a todos los departamentos de Colombia.

Chile produce 11,1 ton/ha de maíz, los demás países de la región en promedio, solo 4 ton/ha (casi 3 veces menos, incluyendo casos muy críticos: Honduras 10 veces menos; Nicaragua 9 veces, República Dominicana y Cuba 8 veces; Costa Rica y Panamá 5,5 veces; Ecuador y Guatemala 5 veces menos que Chile). Con productividad tan baja no pueden ser competitivos, razón por la cual importan por lo menos lo requerido para la producción de aves y huevos que se encarecerían con los altos costos de la producción local del grano, lo cual presionaría la inflación.

¿Se imaginan cuántos puestos de trabajo generaría su país o su municipio si se desarrollaran los programas necesarios para sustituir importaciones de Trigo, Papa, Soja, Cebada, Maíz, Avena, Tomate, etc.? No sugerimos barreras para impedir o limitar la importación, sino acciones que conduzcan a la sustitución de importaciones como consecuencia de la competitividad local, derivada de una nueva cultura para mejorar los rendimientos, pero con Buenas Prácticas Agrícolas y con la aplicación de Tecnologías Limpias.

  Balanza Comercial. – La mayoría de los países de la región tiene balanza comercial deficitaria y, si examinamos detenidamente se dará cuenta que gran parte de este problema está concentrado en la importación de alimentos, muchos de los cuales pudieran producirse eficientemente en nuestro país.

Repercusiones sociales:En el campo social, los primeros efectos derivados de esta situación se plasman en los indicadores de pobreza, desempleo y emigración. Muchísimas personas podrían disponer de puestos de trabajo en sus respectivos países si se incorporara conocimiento al agro (Actualización Tecnológica) y se corrigieran políticas y paradigmas, incorrectos, obsoletos y equivocados que imperan como si fuesen prácticas normales, pese a que en otros lugares se ha desarrollado conocimiento y tecnología (Métodos, modelos, prácticas, materiales, instrumentos, herramientas) que contribuyen a aumentar los rendimientos con eficiencia ambiental, social y económica. 
REPERCUSIONES ECONOMICAS Las repercusiones económicas relacionadas con la baja productividad agrícola son muchas, comenzando por la baja rentabilidad que coloca en alto grado de vulnerabilidad a los agricultores que, debido a la falta de conocimiento, obtienen cosechas a costos muy elevados para participar en mercados cada vez más competitivos y globalizados. Además, esa agricultura ineficiente tiene incidencia en la balanza comercial, en la inflación, en el nivel de vida y en la confianza para el crédito y la inversión.

COMO COMPETIR CON UNA AGRICULTURA LIMPIA, EFICIENTE Y RENTABLE

Ya existen trabajos extraordinarios de éxito como el documentado por los señores Ferley Henao O. y Nelson Orrego Q.  en el libro “Agricultura limpia, eficiente y rentable para el desarrollo”. El término “Fincas-Escuela” lo definió Swisscontact Ecuador, organización que, junto con la Corporación Andina de Fomento CAF, estructuró estos proyectos que nosotros, como consultores, implementamos en diferentes lugares (Provincias Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Manabí, que representan tres pisos térmicos del Ecuador: frío, templado y cálido) entre 2008 y 2010.

Algunos de los resultados obtenidos en la implementación de las escuelas-finca como la aplicación de tecnologías limpias y programas de Manejo integrado de Plagas y enfermedades por parte del 100% de los beneficiarios; disminuir los costos unitarios de producción y mejorar las relaciones costo/beneficio en las fincas de los productores y el empoderamiento de las asociaciones de productores para mejorar sus mecanismos de negociación, la calidad de sus productos y el alcance y beneficio de precios justos proyectados en su calidad de vida familiar.

Como aspectos Metodológicos el aplicar “aprender-haciendo”, permite fortalecer el conocimiento y la asimilación de las nuevas tecnologías a través de las habilidades y destrezas adquiridas en las prácticas y entrenamiento durante el proceso de capacitación. Construye confianza, genera empleo, incrementa los ingresos, disminuye costos. El reconocimiento de estos modelos crea un gran sentido de pertenencia de los actores hacia las fincas, y las promueve a ellas como aulas reales de aprendizaje para las Asociaciones.

Se es competitivo o no se puede acceder a los mercados¡o vas perdiendo acceso al mercado! y eso es lo que está sucediendo con productos agrícolas fundamentales para la canasta familiar y la seguridad alimentaria, los cuales están siendo importados en Colombia, cada vez en mayores proporciones, afectando de manera directa las oportunidades de trabajo nacionales, la balanza comercial y el producto interno bruto. ¡Esto es gravísimo!

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