Tras el retorno de la comunidad Embera que permanecía asentada en el Parque Nacional, la Administración Distrital emprendió un operativo de recuperación del espacio público liderado por la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP). El objetivo fue restablecer la habitabilidad y las condiciones de limpieza en uno de los principales pulmones verdes de la capital.

Durante la jornada del lunes 8 de septiembre, cuadrillas de la entidad, en articulación con empresas prestadoras de aseo y apoyo logístico del Distrito, adelantaron un proceso de recolección intensiva de residuos. Según el balance oficial, fueron retirados 71 metros cúbicos de desechos voluminosos —entre muebles, estructuras temporales y materiales de uso cotidiano— y 7 metros cúbicos de residuos ordinarios.

Para estas labores se dispusieron tres volquetas dobles, además de equipos de carga como cama baja y minicargadores, con lo que se garantizó el traslado de los elementos acumulados durante los meses que permaneció la comunidad indígena en el lugar.

La UAESP informó que, tras esta primera intervención, se continuará con acciones complementarias de recuperación ambiental, entre ellas el corte de césped y el mantenimiento del arbolado, tareas que estarán a cargo de Promoambiental Distrito y Aguas de Bogotá. Con ello, el Distrito busca devolver a la ciudadanía un parque en condiciones óptimas de limpieza, seguridad y bienestar.

Este operativo hace parte de lo que la Alcaldía Mayor de Bogotá denomina una estrategia de recuperación integral del espacio público, enmarcada en el compromiso institucional del alcalde Carlos Fernando Galán por garantizar la preservación de los parques y entornos naturales de la ciudad.

El Distrito señaló que, más allá de la limpieza, la jornada busca enviar un mensaje sobre la importancia del uso adecuado de los espacios urbanos:

“La recuperación del Parque Nacional es una muestra de cómo la ciudad trabaja por espacios seguros, limpios y dignos para toda la ciudadanía”, expresó la UAESP en un comunicado.

Con este operativo, se da un nuevo capítulo a la larga historia de tensiones entre la comunidad Embera y el Distrito por su permanencia en parques y espacios públicos de Bogotá. Mientras tanto, las autoridades locales insisten en que la prioridad es mantener el equilibrio entre la atención humanitaria a esta población y la protección de los espacios colectivos de la ciudad.