Se trata de una enfermedad que se contagia mediante secreciones, y que, aunque puede afectar a toda la población, es especialmente común en la infancia.
En este sentido, varias autoridades autonómicas de España han recomendado que los niños que presenten síntomas no acudan a la escuela ni a otras actividades colectivas hasta que se descarte o se haya terminado la infección, ya que solo con toser, hablar, o estornudar es posible causar un brote en todo el centro.
Si bien el ECDC indica que los síntomas de la infección son generalmente leves, el ‘virus de la bofetada’ puede ser causante de complicaciones de salud entre mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas o con trastornos hematológicos crónicos. Por lo tanto, la institución médica aconseja a estos colectivos mantenerse alejados de casos sospechosos o confirmados.