Por: Jaime Guzmán
En una noche cargada de tensión, drama y emociones al límite, el Paris Saint-Germain escribió un capítulo inolvidable en su historia europea al eliminar al Liverpool en su propio templo: Anfield. El equipo parisino no solo demostró carácter, sino también sangre fría y precisión en los momentos más determinantes del encuentro.
El duelo de vuelta comenzó con una intensidad electrizante. Apenas en el minuto 12, Ousmane Dembélé aprovechó un descuido defensivo para abrir el marcador y poner a soñar a los visitantes. Ese gol fue una chispa encendida que mantuvo al PSG enfocado mientras el Liverpool intentaba, sin éxito, revertir el destino del partido.
El marcador global quedó igualado 1-1 tras el tiempo reglamentario, llevando el desenlace a una infartante tanda de penales. Allí, el PSG no titubeó: con un contundente 4-1 desde los once pasos, selló su pase a los cuartos de final y dejó a los ‘reds’ abatidos frente a su público.
La victoria no solo representó el paso a la siguiente fase, sino también una declaración de principios: el PSG está listo para grandes cosas y no se achica ante ningún escenario. Su próximo rival será el ganador entre Aston Villa y Club Brugge, en lo que promete ser otra batalla de alto voltaje en esta vibrante Liga de Campeones.
Esta noche en Anfield quedará grabada como un ejemplo de cómo la determinación, la precisión táctica y el compromiso pueden convertir la adversidad en gloria. El PSG se alza con orgullo, demostrando que está preparado para conquistar Europa.