Durante una alocución televisada en la que presentó avances en materia de educación media, secundaria y superior, el presidente Gustavo Petro anunció que llevará a la Asamblea General de las Naciones Unidas una propuesta para constituir una fuerza armada internacional de paz con presencia en Palestina.
El mandatario explicó que su iniciativa surge como respuesta a la crisis humanitaria en la Franja de Gaza y a lo que calificó como un “genocidio” contra la población civil. Según Petro, el objetivo de esta fuerza sería garantizar la protección de los derechos humanos y detener la violencia que se vive en el territorio palestino.
“Las guerras modernas en el mundo se basan exclusivamente en matemáticas, se hacen desde computadores, muy cómodos en oficinas de Nueva York y de Washington, mientras las bombas caen en realidad sobre la cabeza de bebés en Gaza», afirmó.
En su intervención, el presidente recordó que su Gobierno prohibió las exportaciones de carbón a Israel, al considerar que este recurso está siendo utilizado en la fabricación de armamento. Además, señaló que el Consejo de Seguridad de la ONU, del cual Colombia hará parte a partir de enero, se encuentra “bloqueado” y que cualquier iniciativa de paz es rechazada por las grandes potencias.
Petro insistió en que la propuesta busca ser discutida en la Asamblea General, que funciona bajo el principio de mayoría, y que Colombia debe asumir un rol activo.
“Si no, no nos van a respetar y seguirán matando niños y niñas en Gaza hasta exterminarlos», expresó.
El jefe de Estado también advirtió que lo que ocurre en Palestina tiene repercusiones globales:
“La humanidad no puede dejar que exista un genocidio, porque las bombas que caen en Gaza también caerán en Bogotá, Caracas, Quito o Buenos Aires, porque hoy la guerra matemática se abre contra los pueblos que no somos ricos en el mundo, que no compramos suficiente y que queremos una humanidad en paz».
Con esta postura, Petro busca posicionar a Colombia en el escenario internacional como un país que promueve soluciones multilaterales frente a los conflictos, apelando al legado bolivariano y a la necesidad de construir un orden mundial basado en la paz y la vida.