El presidente colombiano denunció una agenda mundial “postiza” y pidió un nuevo orden financiero para salvar a la humanidad de la crisis climática y la dictadura tecnológica
En una de sus intervenciones internacionales más punzantes y radicales hasta la fecha, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó una severa crítica al orden político y económico mundial desde Sevilla, España, en el marco de la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FFD4).
Con un tono grave y directo, Petro advirtió que la humanidad está al borde de su propia extinción, no solo por la crisis climática, sino también por el ascenso desregulado de la inteligencia artificial, y culpó a las potencias mundiales de desviar la atención de los verdaderos problemas globales para mantener su hegemonía basada en los combustibles fósiles y la guerra.
Una humanidad al borde del abismo
“El mundo está discutiendo guerras y genocidios, no la extinción de la vida en el planeta”, sentenció Petro, criticando la agenda internacional que —según él— ha sido manipulada para alejar a la opinión pública de los dos verdaderos peligros: la crisis climática y el descontrol de la inteligencia artificial.
En su intervención, alertó que el avance de la IA y su apropiación por parte de un reducido grupo de millonarios pone en riesgo la libertad de pensamiento y el dominio colectivo sobre el conocimiento humano. “No deberíamos llamarla ‘nube’, sino ‘sangre’”, dijo metafóricamente, refiriéndose a la digitalización de la conciencia colectiva y su tránsito por redes subterráneas dominadas por intereses privados.
“Agenda postiza” y retorno del racismo
Petro denunció una “agenda postiza” impuesta por los medios globales y los gobiernos poderosos, centrada en guerras, bombardeos y conflictos geopolíticos como el genocidio en Gaza o la invasión de Ucrania. Para él, esta agenda desvía el foco sobre la descarbonización global, que afecta directamente al poder de los grandes capitales petroleros.
“Hoy el mundo vuelve peligrosamente al racismo. El migrante se convierte en chivo expiatorio para evitar la caída del sistema fósil”, aseguró, aludiendo a una narrativa que —según él— repite los discursos de odio del Tercer Reich.
Uno de los momentos más polémicos de su discurso llegó al referirse al Fondo Monetario Internacional (FMI). Petro lo calificó como una institución obsoleta que sigue ignorando las propuestas multilaterales para reformar el sistema financiero global. “Aquí no vino Kristalina Georgieva. El FMI sigue igual, sin decir nada”, lamentó.
Con dureza, afirmó que si el Fondo no cambia de rumbo, debería ser liquidado. Y propuso reemplazarlo por una entidad internacional que permita transformar deuda en financiamiento climático real. “Emitamos DEG (Derechos Especiales de Giro), eliminemos el riesgo país y financiemos la mitigación climática”, propuso.
Llamado a los pueblos del mundo
Como cierre, Petro propuso una ruptura con el orden tradicional de los Estados Nación y pidió un “nuevo sujeto histórico”: la humanidad misma. Sugirió que la solución no vendrá solo de gobiernos y presidentes, sino de movimientos sociales, trabajadores, campesinos, mujeres y jóvenes, organizados globalmente para exigir respuestas reales.
“Es la hora de los pueblos, no solo de los estados. Es la hora de la humanidad organizada”, concluyó.