En un giro político que pocos esperaban, el presidente Gustavo Petro sorprendió al país al elogiar públicamente la política de seguridad democrática liderada por su histórico rival, Álvaro Uribe Vélez. Durante una intervención reciente, Petro calificó dicha estrategia como “exitosa”, provocando una ola de reacciones en redes sociales.

La declaración no pasó desapercibida. Usuarios y analistas destacaron el contraste con las posturas que Petro sostuvo durante años como opositor del uribismo. Algunos vieron el gesto como una muestra de madurez política; otros lo interpretaron como una contradicción ideológica.

El reconocimiento del jefe de Estado hacia el expresidente Uribe reabre el debate sobre los logros y controversias de la seguridad democrática, en un momento clave para la gobernabilidad y el diálogo político en Colombia.