Por: Jorge Vergara Carbó

Colombia antes de firmar su tratado con los Estados Unidos en el año 2012, venía mostrando una balanza comercial favorable, era más lo que exportamos que lo que importábamos, y teníamos una tasa de cambio por debajo de los dos mil pesos por dólar. Así nos mantuvimos hasta el año 2013, pero a partir del año 2014, la balanza comercial empezó a ser deficitaria hasta el día de hoy, y por supuesto la TRM se incrementó hasta el punto, que la tasa de cambio en diciembre de 2024, está en $4.374.62 por cada dólar.

CUADRO IMPORTACIONES, EXPORTACIONES Y BALANZA COMERCIAL MILLONES DE DOLARES 2011-2024

CONCEPTOM2011M2012M2022M2023M2024*
AGRO, ALIM, BE5.7006.40011.3009.6007.700
COMBUSTIBLES4.8006.6008.7007.5005.800
MANUFACTURAS44.00045.50057.20045.60039.000
OTROS0.20.10.20.10.1
TOTAL, IMPORTA54.70058.60077.40062.80052.600
MANUF/T.IMPOR80.4%77.6%73.9%72.6%74.1
TOTAL, EXPORT56.90060.13556.90049.50040.900
BALANZA COME 2.200 1,535(20.500)(13.300)(11.700)
TRM $ X US$1846.971797.794.787.93954.104.374.62

Fuente: DANE Cálculos JVC * OCTUBRE 2024.

Uno de los estímulos, que nos han vendido los Organismos internacionales para exportar más, es el de la depreciación(devaluación) de la moneda, una tasa de cambio alta debe estimular las exportaciones, al abaratarse el producto a exportar a un país, cuya moneda es más fuerte, en este caso el dólar o el euro. Si bien esto es cierto, no podemos olvidarnos que muchos de los productos que en el caso de Colombia exportamos, requieren de materia prima o insumos importados, lo que contrarresta el beneficio recibido por la devaluación del peso colombiano con relación al dólar. Ese efecto positivo se da, solo cuando el producto que exportamos utiliza entre el 80% y 100%, materia prima e insumos producidos en el país, con mano de obra colombiana.  

Lo anterior, es tan cierto, podemos observarlo en el cuadro anterior, que a pesar de haberse disparado la tasa de cambio al pasar de $1797.79, en el año 2012, doce años después, esa tasa de cambio está en $4.374.62(dic25/24), y las exportaciones no crecieron, sino que disminuyeron a pesar de haberse firmado 17 TLC, pero si lo hicieron las importaciones a pesar de hacerse más costosas por el incrementó en la tasa de cambio.

No exportamos más, porque no hemos sabido aprovechar las supuestas ventajas que dan los TLC, que son acuerdos de doble vía, y porque desde la apertura económica de Gaviria, preferimos importar de todo y especialmente productos agropecuarios, alimentos y bebidas, como también productos procesados e insumos para el sector manufacturero, con la finalidad de bajar la inflación a costa de no generar empleo en el país, y por supuesto pobreza en el campo.

En 34 años, no diversificamos nuestra matriz exportadora. Lo que producimos compite con muchos países del mundo, se nos olvida que estamos cerca del mercado más grande del mundo, con quién tenemos firmado un TLC y lo hemos utilizado es para importar y no para exportar. No hay nuevos productos de gran valor en el campo, pensamos en sembrar aguacate Hass y otros productos, que se producen en gran cantidad en Centro américa y en México, pero no pensamos en desarrollar la agroindustria, en agregarle valor a esos productos.  

El sector manufacturero en Colombia, de acuerdo al cuadro anterior, importa en promedio el 75.7%, del total de las importaciones colombianas. Uno de los pocos casos a mostrar, es el de la empresa orgullosamente barranquillera Tecnoglass, quién se da, el lujo de cotizar en Wall Street, y de vender el 95% de su producción de vidrios y ventanas en los Estados Unidos. La otra es una empresa barranquillera de medicamentos PROCAPS, que también cotiza en la bolsa de NY, y exporta a USA gran parte de sus productos.  

La realidad, es que es nulo el avance que hemos tenido en el sector manufacturero, que es el que genera trabajo bien remunerado y le agrega valor al producto, en el documento “Exportar o Morir, 34 años perdidos” de mi autoría publicado en varios medios virtuales, podemos apreciar que las exportaciones del sector manufacturero en el año 2012, representaban el 16.5%, del total exportado (US$9.653/US$60.125 millones), y en los años 22 al 24, su porcentaje es de tan solo el 20%.

Lo cierto, es que los últimos gobiernos, incluyendo al actual y a los gremios, se la han pasado hablando de la reindustrialización del país, pero no hacen nada, para que esa reindustrialización se pueda dar. Pasa el tiempo sin resultado alguno. Al actual gobierno del cambio y de la transición energética le queda de su gobierno 19 meses, esto fue lo que prometió en su Plan de Desarrollo: Transición energética: se apoyará la descarbonización y la reducción de la dependencia económica del petróleo y el carbón, creando nuevas fuentes de producción de bienes y servicios que reconfigurarán la matriz productiva, integrando las energías alternativas. Agro industrialización y soberanía alimentaria: se impulsará la producción del agro, mejorando las minicadenas rurales donde la agricultura digital y la restauración ecológica serán apuestas para la dotación industrial de un campo moderno, incluyente en lo social y pleno en el uso de tecnología. Reindustrialización en el sector salud: Colombia generará capacidad de producción local de excipientes activos, medicamentos, vacunas, dispositivos y partes para dispositivos médicos. Reindustrialización para la defensa y la vida: se aprovecharán las capacidades de la industria militar para el desarrollo de los sectores astillero y aeronáutico, de infraestructura y servicios tecnológicos para estas empresas. Territorios y su tejido empresarial: la Política de Reindustrialización reconoce los territorios y sus necesidades. Por esa razón se apoyará la implementación de sus propuestas y las del tejido empresarial de las regiones.

 
Nada de lo prometido, se ha cumplido. El sector manufacturero colombiano sigue en recepción, al igual que el sector de la construcción de vivienda y el comercio en general, la inversión tanto nacional como extrajera viene disminuyendo, solo crecen el sector agrícola, impulsado por el café y la ganadería, la burocracia(administración pública), y por ninguna parte se ven las divisas que íbamos a generar para reemplazar las divisas proveniente del petróleo, carbón, oro y esmeraldas, ni tampoco se ha dado la transición  energética hasta el punto que estamos cerca de un posible apagón, por la demora en la entrada de proyectos energéticos importantes y en especial las líneas de trasmisión y  subestaciones necesarias para transportar la energía. Hoy en vez de exportar gas, tenemos que importar en mayores cantidades, cuando lo podemos producir en el país.

Puro discurso y poca o ninguna acción. No aprendemos de otros países, similares al nuestro, no hay metas, ni políticas sobre el sector exportador. Vamos a perder lo que resta del siglo 21, continuando exportando menos de lo que se exportaba en el año 2012, o vamos a fijarnos una meta, de exportar a partir del año 2040, unos US$100.000 millones. Es muy ambiciosa esa meta. ¿Como lo pudieron hacer los coreanos, vietnamitas, México?  

O vamos a continuar, con una política facilista de seguir importando alimentos y productos que podemos producir en el país, para beneficiarnos de los subsidios que esos gobiernos les conceden a sus empresarios exportadores, o vamos a tomar el toro por los cachos, y de una decidimos con unas políticas públicas claras y concisas dejar el discurso, y comprometernos a producir parte de los 12 o 14 millones de toneladas de alimentos que importamos, tales como maíz, sorgo, soya, arroz, cebada, cebolla roja, hortalizas, frijoles, papa, leche y tomates preparados, pescado, mariscos, carnes de ganado vacuno, cerdo, pollo, huevos y frutas como el melón, naranjas, toronjas, mangos. En el sector de los combustibles a pesar de ser exportadores de petróleo, no producimos la gasolina y diésel necesaria por la baja capacidad de nuestras refinerías por lo que hay que importarlos al igual que importamos desde el año 2016, gas licuado y estamos próximos a importar gas natural de Venezuela, a pesar de contar con altas reservas de gas natural. Peor es en el sector manufacturero, donde desmontamos nuestras plantas ensambladoras de vehículos y hoy los importamos de México y Brasil, importamos prendas y accesorios de vestir, calzado, papel, cartón, textiles y toda clase de maquinaria, computadores, equipos de comunicación, abonos, productos medicinales y farmacéuticos entre otros.

Definitivamente el país, no puede continuar por esa senda, se necesita un viraje, y ese cambio lo esperábamos los colombianos en el gobierno del cambio, por eso 11.291.986 millones de colombianos votamos por el cambio, pero transcurridos 30 meses, del gobierno de Gustavo Petro, ese cambio no se ha visto. Ganó la presidencia gracias a los caribeños que le colocaron 2.2 millones, de votos, de los cuales solo Barranquilla le puso 358.785 votos, el 16.3%.

Hoy seguimos dependiendo del petróleo y el carbón, son los mayores generadores de divisas 45.2%. Seguimos importando 12 millones de toneladas de alimentos, el campo sigue atrasado y con un volumen de pobreza que está bajando al pasar del 45.9 al 41.2, en el año 2023. Pero que sigue siendo alto. En el sector salud, no se ha hecho nada de lo prometido, no producimos los medicamentos ofrecidos, ni las vacunas, y seguimos enfrascado en una reforma al sistema de salud, sin ponernos de acuerdo de cuál es el modelo que le sirve a los colombianos. Un sector sumido en la corrupción con una mala prestación del servicio, el cual hoy gran parte lo maneja el gobierno al intervenir a las EPS, que venían prestando un mal servicio malos, y presentando altos signos de corrupción. No vemos por ningún lado la capacidad de la industria militar para la defensa y la vida. Lo de las regiones, se avanzó en la aprobación del sistema General de Participación, al pegarse el gobierno a esa iniciativa parlamentaria y terminar apoyándola, pero es distante a construir un tejido social regional en un gobierno centralista y excluyente con regiones o ciudades o Departamentos que no son afines, a sus ideas ideológicas. Esta ley, entrará en vigencia en el año 2027. Supeditada a que se apruebe, una ley de competencias que defina la responsabilidad del gobierno central y de las unidades territoriales. Nada tiene que ver el SGP, con las propuesta del gobierno en su plan de desarrollo, “Territorios y el tejido empresarial” porque no se ha dado ningún paso en la reindustrialización del país.

En síntesis, lo prometido en el plan de desarrollo y que textualmente copiamos en el documento, está muy lejos de cumplirse. Seguiremos siendo un país mono exportador, cuyo volumen no sobre pasa los US$50.000 millones, y seguiremos siendo grandes importadores de alimentos, combustibles procesados y de productos manufactureros. No hemos sabido aprovechar los TLC firmados, como tampoco el presidente Gustavo Petro ha cumplido con su promesa de renegociar los TLC firmados, especialmente el de los Estados Unidos y el  de la Comunidad Europea , solo le preocupa de esos tratados es lo que pretenden con el del Reino Unido de renegociar el punto jurídico de las divergencias que se presenten, no sean tratadas en arbitrajes internacionales, sino en nacionales, todo a raíz del reciente fallo de la “CIADI” Tribunal de Arbitramento del Banco Mundial con relación a la empresa Telefónica de España, que logró ganar el pleito que tenía con el gobierno colombiano. En 29 meses, no hemos renegociado nada, y el tiempo va pasando y a medida que pasa, se desmontan cada vez más las protecciones, que, de no corregirse, el daño para nuestra economía será fatal, especialmente en el sector agrícola a partir del año 2030.

PRESIDENTE PETRO LE QUEDAN 19 MESES DE GOBIERNO, CUMPLA CON SU PROMESA DE REINDUSTRIALIZAR AL PAÍS. EN EL CARIBE SEGUIMOS ESPERANDO CUMPLA CON SU PROMESA DE BAJAR LA TARIFAS DE ENERGÍA.