El intento del sindicato de Monómeros por frenar las decisiones de la Superintendencia de Sociedades no prosperó. El Juzgado Segundo Civil del Circuito de Barranquilla negó la tutela que buscaba frenar los efectos del proceso de cesación de pagos que enfrenta la compañía.
Aunque el sindicato alegaba vulneraciones a derechos fundamentales como el trabajo, el mínimo vital y el debido proceso, el juez fue claro: la tutela no es el camino para resolver controversias administrativas. Aún hay instancias legales, pero esta puerta se cerró.
Con este fallo, el capítulo de la tutela se cierra y se abre otro: el de mirar hacia adelante. La Superintendencia mantiene su curso, asegurando que el proceso de reorganización empresarial busca salvaguardar empleos y estabilizar la compañía.
Mientras tanto, los trabajadores enfrentan una realidad compleja, pero también una oportunidad para reconfigurar el rumbo. Voltear la página no significa olvidar, sino asumir el presente con estrategias distintas.
En medio de la incertidumbre financiera, Monómeros sigue siendo un eje clave del sector petroquímico en la región. Y aunque el sindicato no logró su objetivo esta vez, la historia aún se sigue escribiendo.