La noche final de Miss Universo 2025 estuvo cargada de expectativa, espectáculo y emoción. Desde el primer momento, el escenario brilló con producciones tecnológicas nunca antes vistas en el certamen, mientras las 86 candidatas desfilaron con seguridad y orgullo, representando la diversidad y riqueza cultural de sus países.
A medida que avanzaba la competencia, Fátima Bosch, la representante de México, comenzó a convertirse en una de las favoritas. Su pasarela firme, su manejo escénico impecable y, sobre todo, la claridad de sus respuestas en la ronda de preguntas la fueron posicionando como una contendora natural al título. Bosch habló de liderazgo, inclusión y del papel que tienen las mujeres en la transformación social, lo que terminó de conquistar al jurado.
La india Manika Vishwakarma, una de las candidatas más aplaudidas, también entregó una presentación fuerte y emotiva, pero finalmente no logró entrar en el grupo decisivo. Su salida de la competencia fue una de las más comentadas en redes sociales.
El momento cumbre llegó cuando, entre gritos y euforia del público, se anunció a Fátima Bosch como la nueva Miss Universo. La mexicana rompió en lágrimas mientras era coronada, marcando un hito para su país y recibiendo una ovación unánime. Las finalistas que la acompañaron en el cuadro de honor reforzaron el nivel del certamen, uno de los más competitivos de los últimos años.
La participación de Colombia: una presentación sólida que destacó por su elegancia y carisma
La candidata de Colombia ofreció una actuación memorable en Miss Universo 2025. Desde el desfile en traje típico hasta la gala final, mostró seguridad, disciplina y una presencia escénica que capturó la atención del público latinoamericano. Aunque no logró avanzar hasta el grupo de finalistas, su desempeño fue aplaudido por expertos y seguidores del concurso, quienes resaltaron su naturalidad, su oratoria y el orgullo con el que representó al país en una de las competencias más exigentes del mundo.
Así terminó una noche llena de glamour, tensión y celebración, con una nueva reina que promete un reinado comprometido y cercano a las causas sociales que la inspiraron desde el inicio.



