#BuzonCiudadano

El sector privado está en deuda de crear más oportunidades, sobre todo para los jóvenes y ciudadanos más vulnerables, dice Christian Daes, líder de esta compañía barranquillera.

Ni doctor ni señor. El líder operativo (COO) de una de las principales empresas del país, Tecnoglass, Christian Daes, pide que lo llamen por el nombre que sus padres le dieron. Detrás de esto hay una convicción que refleja desde que se levanta: todas las personas son iguales.

Por eso mismo, asegura que lo que vive hoy Colombia, tras más de un mes de movilizaciones y paro nacional, es el resultado de un mal envejecimiento de cientos de problemas que aquejan a los colombianos.

Es fundamental crear espacios a fin de que la gente tenga trabajo digno, y como país, podamos echar para adelante juntos. Y razón no le falta. Con un desempleo desbordado y una pobreza que afecta a casi la mitad de la población, Colombia requiere de reformas urgentes. La diferencia está en quiénes son los responsables Piensa que buena parte de la responsabilidad recae en el mismo sector privado, que, en su concepto, no se ha comprometido a plenitud con el pueblo.

El líder de esta compañía, especializada en fabricación de vidrio y productos de aluminio para la industria mundial de la construcción, es enfático en que su intención no es acumular riqueza. Claro, su firma tiene fines de lucro y debe conseguir nuevos negocios. Pero ese está lejos de ser el fin de la empresa, que ve la generación de empleo y el bienestar como sus productos más preciados.

“Seguimos buscando agresivamente negocios en todas partes del mundo, y es por eso que en este 2021 estamos recogiendo ese incremento en la demanda. Vamos a crecer entre 30 % y 40 % más que el año pasado”, dice entusiasmado.

La compañía reportó el año pasado ingresos totals por cerca de 375 millones de dólares. – Foto: Tecnoglass

EMPRESAS

La firma va tan bien que a su cabeza le da hasta miedo. A veces siente que lo que están viviendo no es real, pero esta sensación se le acaba cuando ve llover las órdenes desde Colombia y el exterior.

Este es el resultado de un trabajo articulado que viene desde el año pasado, cuando, como cualquier otra compañía, tuvieron que enfrentarse a la crisis sanitaria y sus consecuentes medidas para contenerla. “En 2020 no había libreto para salir de la crisis. Normalmente, cuando a una empresa le está yendo mal, uno siempre saca el libreto y define qué hacer si las ventas o la producción se cayeron. Pero para una pandemia nos tocó inventar el manual en el camino”, afirma.

De hecho, la nueva hoja de ruta que se trazaron tuvo que ser ajustada en diversos momentos del año, ya que no fueron ajenos a la covid-19. En un momento tuvieron a la mitad de la fábrica con coronavirus, pero aun así lograron mantener la calma.

Eso permitió que sus clientes, en su mayoría del exterior, tuvieran acceso a sus productos sin demoras. Fue un año muy complicado; sin embargo, trajo cosas buenas para la compañía, como las que están viviendo en 2021.

El balance sería perfecto si no fuera porque millones de personas la están pasando mal en el país, sobre todo por la pandemia. “Esta situación nos entristece el corazón, porque quisiéramos que más colombianos la estuvieran pasando bien, que más colombianos tuvieran acceso a trabajo y que hubiera más igualdad”, afirmó.

Y no escatimó palabras para mencionar que la reforma tributaria que se aproxima debe buscar reducir los beneficios tributarios para el sector privado y cargarles más a los grupos poblacionales más adinerados.

Desde el día cero, Daes se fue en contra de la reforma tributaria presentada por el exministro Alberto Carrasquilla y su idea de poner a tributar a personas con ingresos mensuales de $ 2,5 millones en adelante. En contraste, el dirigente de Tecnoglass considera que es el momento de dejar de proteger a la clase “de arriba” en detrimento de la “de abajo”.

Pero también cree fundamental que el ataque a la evasión sea todavía más agresivo. “Se roban el IVA y no hay quién controle esta situación”, se queja. Por eso, lamenta que solo controlan a los 1.000 que pagan la mayoría de los impuestos, entre ellos Tecnoglass, y admite que es bueno que se empiece a controlar más.

Eso sí, Daes les envió un contundente mensaje a otros empresarios colombianos. Recordó que cuando se negoció el incremento del salario mínimo para 2021, él propuso que este creciera 5 % o 6 %. Si bien esto no sucedió, el directivo quedó con la espinita, y se preguntó: si una empresa no puede pagar $ 20.000 o $ 30.000 más, ¿será que está en el negocio que es?

Además de dar este mensaje, insiste en que debe lograrse un acuerdo para salir de la crisis social que enfrenta Colombia. Sin embargo, cualquier salida tiene que ir en favor de los millones de colombianos que hoy buscan una oportunidad.

“Tenemos que unirnos; tenemos que querernos un poquito. Este es un país que tiene muchas virtudes, pero al que definitivamente le faltan muchos líderes que quieran construir y que no estén pensando en su propio beneficio, sino en el beneficio colectivo”, agrega. Como pocos, Daes es un líder en su región y en toda Colombia, y lo sigue demostrando con sus acciones.

Dice que Tecnoglass no parará. Quieren crecer y comerse el mundo, pero también llevar el nombre de Colombia hasta el último rincón del planeta. Hasta ahora, la firma ha logrado su cometido, aunque apenas lo bueno está comenzando.

“Hemos trabajado 35 años y vamos a seguir. Vamos a aumentar el número de empleos, y esto también es un mensaje para los demás. Se los digo: en Colombia sí se puede”.

La perspectiva de Daes es muy original: sus preocupaciones por los aspectos sociales de su labor son centrales en la agenda actual de Colombia. Además, ve todo con una inyección de optimismo, muy necesaria hoy.