El nuevo Papa León XIV ofició este viernes su primera misa como pontífice en la Capilla Sixtina, un acto solemne que marca el inicio simbólico de su pontificado. Durante su homilía, dirigió un mensaje a los cardenales que lo eligieron: “Me habéis llamado para llevar una cruz”, pidiéndoles caminar junto a él en esta nueva etapa al frente de la Iglesia.
La celebración, realizada en latín y con lecturas en inglés y español, tuvo un detalle significativo: dos religiosas realizaron las lecturas, siendo las únicas mujeres presentes en el altar. Un gesto simbólico en medio de los debates sobre el papel femenino en la Iglesia.
León XIV —nacido Robert Francis Prevost, de nacionalidad estadounidense y peruana— sucede al Papa Francisco y ya ha mostrado continuidad con su legado. En su mensaje, expresó su deseo de ser un «fiel administrador» y recalcó que la Iglesia debe definirse no por sus estructuras, sino por la santidad de sus miembros.
Más allá del simbolismo litúrgico, el nuevo Papa abordó temas sensibles: desde la gestión de abusos sexuales hasta la necesidad de una mayor transparencia financiera en el Vaticano. También denunció cómo en la actualidad se ridiculiza la fe y se reduce a Jesús a un “mero líder carismático”.
Su elección el pasado 8 de mayo, anunciada mediante la tradicional fumata blanca, causó emoción en la Plaza de San Pedro y en todo el mundo. León XIV es el primer pontífice originario de Estados Unidos, con una larga trayectoria pastoral en Perú.
La misa solemne de inicio de su pontificado está prevista para el 18 de mayo en la Plaza de San Pedro, mientras que su primera audiencia pública se celebrará el 21 de mayo.