Un General que no se doblega ante las bandas criminales

Ocho meses le han bastado al brigadier general Edwin Urrego Pedraza para dejar una huella visible en las calles de Barranquilla. Desde que asumió el mando de la Policía Metropolitana, el 15 de noviembre de 2024, ha liderado una ofensiva sin descanso contra Los Costeños una de las estructuras criminales más temidas de la región.

En ese tiempo, la cifra habla por sí sola: 178 capturas de integrantes de esa banda, un promedio de 22 al mes. Pero detrás del número hay historias de calles más seguras, comercios que ya no pagan “vacuna” y familias que duermen sin miedo.

El inicio del campanazo de dio en Villavicencio- Meta donde fue detenido William Enrique Vizcaíno Herrera, alias El Menor, uno de los máximos cabecillas de Los Costeños, fue capturado tras meses de trabajo conjunto entre la Policía y la Fiscalia, pensaba que podía pasar desapercibido. No contaba con que la Policía Metropolitana de Barranquilla, bajo la dirección del general Edwin Urrego y en coordinación con la Fiscalía Especializada contra el Crimen Organizado, lo tenía cercado.

Las investigaciones lo vinculan directamente con la masacre del 22 de noviembre de 2024 en el barrio El Carmen, donde fueron asesinadas cuatro personas. También es señalado de ordenar extorsiones masivas, detonar artefactos explosivos contra comercios, lavar activos a través de empresas fachada y reclutar menores, incluso migrantes venezolanos, para labores de sicariato.

Golpe a la red de extorsión – 30 de julio de 2025

En Barranquilla y Soledad, un operativo de madrugada con 9 allanamientos terminó con 8 capturas y la incautación de armas, municiones, más de $11 millones y libretas con registros de cobros ilegales.

Los fiscales del crimen organizado habían armado el caso con paciencia: interceptaciones, seguimientos y testimonios que ahora son piezas clave en los juicios.

Uno de los últimos operativos se realizó el pasado 8 de agosto en el suroriente de Barranquilla, en un despliegue pocas veces visto: drones sobrevolando, 10 allanamientos y la caída de alias “Cheo” o “Fernandito”, cabecilla de zona. Diez capturas y el cierre de 5 expendios de droga que recaudaban entre $30 y $50 millones mensuales.


Para la comunidad, fue más que un operativo, recuperó la tranquilidad en un sector que por años estuvo marcado por la venta de estupefacientes cerca de colegios.

Policía y Fiscalía: una dupla que funciona

La clave de estos golpes ha sido el trabajo coordinado, la Policía, con la inteligencia, la tecnología y la ejecución en terreno.

Pero las arremetidas de la policía metropolitana de Barranquilla, no solamente ha golpeado a los Costeños, también ha intensificado los operativos contra «Los Pepes» y otras bandas criminales que ha sembrado el terror en la arenosa y área metropolitana.

Mientras que la Fiscalía, con la estructuración jurídica, la expedición de órdenes y la defensa de los casos ante los jueces. Han dado los resultados esperados por la comunidad.

El propio general Urrego lo resume así: “Nosotros abrimos la puerta, ellos sostienen el caso”.

Ocho meses, 178 capturas y un mensaje claro: la ofensiva no se detendrá. Y en las cifras y las calles, ya se siente que en este corto tiempo, la ciudad ha recuperado más que espacios: ha recuperado esperanza.

Para algunos vecinos de estos Barrios afectados, el cambio se nota: “Antes uno no podía ni abrir la tienda tranquilo, ahora al menos podemos respirar”, dice doña Rosa, comerciante de toda la vida.

En menos de un año, el promedio de capturas contra Los Costeños bajo su mando supera las 22 al mes. Un indicador que, más allá de la estadística, significa menos armas en la calle, menos llamadas extorsivas y menos jóvenes reclutados por la organización.