La violencia entre bandas criminales en Barranquilla: la disputa entre ‘los Pepes’ y ‘los Costeños’ continúa aumentando los homicidios en la ciudad
Barranquilla enfrenta una crisis de seguridad que se ha intensificado en los últimos meses. Las cifras de homicidios intencionales en la ciudad han experimentado un preocupante aumento, alcanzando los 247 casos hasta julio de 2023, lo que representa un incremento del 18% en comparación con el mismo período del año anterior. Detrás de esta alarmante estadística se encuentra una guerra territorial entre bandas criminales que han desatado una ola de violencia, afectando tanto a las autoridades como a los ciudadanos.
La disputa mortal entre ‘los Pepes’ y ‘los Costeños’
Una de las principales causas de esta violencia es el enfrentamiento entre dos organizaciones criminales: ‘los Pepes’ y ‘los Costeños’. Desde marzo de 2022, estas bandas han estado involucradas en una brutal guerra por el control de las actividades delictivas en la región, incluyendo el tráfico de drogas y la extorsión. La batalla ha dejado un saldo devastador de entre 700 y 800 muertes en menos de dos años, impactando gravemente la seguridad en Barranquilla y sus alrededores.
Digno José Palomino ha sido identificado por las autoridades como el presunto líder de ‘los Pepes’. Bajo su mando, esta organización criminal ha librado una lucha sin cuartel contra ‘los Costeños’ por el control de zonas clave para sus operaciones ilícitas. La violencia desatada por estos grupos no solo ha dejado a cientos de víctimas en las calles, sino que también ha sumido a barrios enteros en un estado de miedo e incertidumbre, donde la extorsión y el crimen organizado dominan la vida diaria.
El expediente de Digno José Palomino: una esperanza para la justicia en medio de la violencia
Tras su captura, el expediente de Digno José Palomino será transferido a las autoridades judiciales competentes en Barranquilla, quienes tendrán la responsabilidad de monitorear el cumplimiento de las condiciones impuestas por la jueza encargada de su caso. Este movimiento legal representa un paso crucial en los esfuerzos por desmantelar a ‘los Pepes’ y reducir los niveles de violencia en la región.
Sin embargo, el desafío es enorme. A pesar de los esfuerzos por llevar ante la justicia a los cabecillas de estas organizaciones, el conflicto entre ‘los Pepes’ y ‘los Costeños’ sigue generando un ambiente de tensión en la ciudad. Las autoridades locales se enfrentan a la difícil tarea de contener la expansión de estos grupos, que han logrado arraigarse profundamente en la estructura social y económica de Barranquilla.
El impacto en la comunidad: inseguridad y temor
La guerra entre estas bandas ha cobrado un alto costo en la vida diaria de los ciudadanos. Los residentes de los barrios más afectados han sido testigos de asesinatos, balaceras y extorsiones, en un contexto en el que la violencia parece incontrolable. Las pandillas controlan territorios enteros, imponiendo su ley mediante la intimidación y el uso de la fuerza. Comerciantes y pequeños empresarios son especialmente vulnerables, siendo obligados a pagar sumas de dinero para poder operar sin sufrir represalias.
Además, las familias en estas zonas viven en constante temor de quedar atrapadas en el fuego cruzado entre los grupos criminales, lo que ha generado una atmósfera de inseguridad generalizada que afecta la calidad de vida de los habitantes.
El reto para las autoridades
Con el expediente de Palomino en manos de las autoridades barranquilleras, existe la expectativa de que se logren avances en el desmantelamiento de ‘los Pepes’. Sin embargo, este proceso no será sencillo. El control que estos grupos ejercen en ciertos sectores de la ciudad sigue siendo fuerte, y la violencia generada por sus disputas continúa afectando a la población.
El panorama de seguridad en Barranquilla es un desafío complejo, que requiere de la acción conjunta de las autoridades judiciales, policiales y la comunidad para recuperar el control de la ciudad. La captura de Palomino puede ser un paso importante, pero la batalla contra el crimen organizado está lejos de terminar.