La depresión tropical Grace llegó a Haití el mismo día en que la Agencia de Protección Civil elevó la cifra de fallecidos por el sismo a 1.419 personas y la de heridos a 6.000.
Dos días después del fuerte terremoto que azotó Haití el 14 de agosto, la depresión tropical Grace descargó lluvias torrenciales sobre la nación caribeña, amenazando con deslaves e inundaciones repentinas, lo que aumenta la miseria de las miles de personas que perdieron a sus seres queridos, a los heridos o los que se quedaron sin casa.
Las autoridades advirtieron que las precipitaciones en la noche podrían arrojar hasta 38 centímetros de agua sobre algunas zonas antes de que la tormenta siguiese su rumbo. Los vientos y lluvias intensas golpearon el suroeste de Haití, la zona más afectada por el sismo del sábado.
Los haitianos enfrntan tambien el incremento de la violencia de las pandillas, el aumento de la tasa de pobreza y el asesinato de su presidente, Jovenel Moïse, el pasado 7 de julio. Aril Henry, primer ministro, antes de la llegada de la tormenta dijo a los medios “Estamos en una situación excepcional”.
Muchas de las víctimas siguen aún en las calles esperando acceso a los hospitales que están saturados. El hospital en la ciudad de Les Cayes, una de las más afectadas, estaba tan saturado de pacientes que estaban en patios, pasillos y terrazas.
Las víctimas del sismo seguían llegando al abarrotado hospital general de Les Cayes tres días después y esperan a recibir atención en escaleras, corredores y en un terraza abierta. Además el centro se esta quedando sin analgésicos y sin material para curar fracturas por el aumento de los pacientes.
En tanto, rescatistas y recolectores de metal excavaban el lunes entre los escombros de un hotel que colapsó en la ciudad costera del que ya se han extraído 15 cuerpos.