
El Gobierno de Colombia, encabezado por el presidente Gustavo Petro, ratificó su compromiso con la creación de una Zona Binacional de Paz, Unión y Desarrollo junto a Venezuela, un proyecto que busca fortalecer la cooperación económica, social y de seguridad en la frontera común.
El anuncio fue realizado por el ministro del Interior, Armando Benedetti, quien señaló que la iniciativa “no implica ceder soberanía, sino establecer mecanismos institucionales de colaboración para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la región fronteriza”.
La propuesta contempla la conformación de un área económica especial que abarcaría los estados venezolanos de Táchira y Zulia y el departamento colombiano de Norte de Santander, aunque los límites exactos están aún en discusión.
Por su parte, el presidente Petro, a través de su cuenta en X (antes Twitter), enfatizó:
“Una zona binacional no es entregar la soberanía de la Patria, es crear las condiciones sociales y económicas para que dos pueblos de sangre e historia comunes puedan ser dueños de sus territorios, prosperen y vivan bien”.
La ministra de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT), Diana Marcela Morales Rojas, explicó que el memorando firmado el pasado viernes en Caracas tiene como finalidad diversificar la producción, generar valor agregado y promover un desarrollo económico inclusivo y sostenible en la región.
Entre los ejes de cooperación destacan:
Comercio y turismo: reactivación de corredores comerciales y promoción de destinos binacionales.
Cultura, educación y salud: integración de programas que favorezcan el acceso a servicios públicos básicos y la preservación del patrimonio cultural.
Producción agroalimentaria: proyectos conjuntos para aprovechar el potencial agrícola y pecuario de la zona, especialmente en cultivos de café, cacao, caña de azúcar, frutas tropicales, tubérculos, así como en la ganadería y la producción láctea.
Aunque la iniciativa ha sido recibida como un avance en la normalización de las relaciones bilaterales, expertos advierten que su implementación enfrentará desafíos:
Garantizar la seguridad en un territorio históricamente afectado por el contrabando y la presencia de grupos armados ilegales.
Establecer infraestructura adecuada para el comercio y la movilidad transfronteriza.
Definir un marco jurídico claro que proteja la soberanía y los intereses de ambas Naciones.
El gobierno colombiano anunció que en las próximas semanas se conformarán mesas técnicas binacionales para definir el plan de acción, los mecanismos de financiamiento y las áreas prioritarias de inversión.