Es la hora del Pacto Histórico en la Región Caribe

Por: Alfonso Camerano Fuentes

La línea trazada por la campaña de Gustavo Petro Presidente estuvo fundada en la propuesta de un Pacto por la Vida.

La piedra angular del estado de nuevo
tipo, sobre la cual se levantarían las columnas de una sociedad incluyente, está soportada en la igualdad social, esfuerzo que exige una mayor participación de las grandes mayorías marginadas de la riqueza nacional.

La Región Caribe se caracteriza por una profunda desigualdad, acentuada por la desviación de los recursos públicos, como fuente de lucro de los núcleos políticos que apropiaron el estado para sí mismos, garantizando la reproducción de ese corrupto sistema por más de dos décadas seguidas.

La Política en la Costa Atlántica ha cohabitado con el delito de distintas maneras, combinando formas revestidas de legalidad, con las más agresivas conductas de saqueo al estado y a la población civil, incluyendo la eliminación física.

Se han valido de la contratación de las obras útiles y necesarias que coexisten con las suntuosas de ornato del espacio público, – que tanto gustan a la población -, como el malecón del Río, la plaza de Puerto Colombia, las playas de Sabanilla, los Parques de los municipios y ahora el cuerpo de agua más contaminado del país, la Ciénaga de Mallorquín, aliados a Argos, para poblarla del cemento que los enriquecerse, repartiéndose las utilidades entre políticos en el poder local, que imponen contratistas; llevan de la mano a los funcionarios públicos que firman los contratos; y aseguran la inversión con el propio contratista del sector privado, afecto y socio del proyecto, que cubre a largo plazo a ambos sectores, político y privado.

El balance financiero de las arcas públicas del Distrito de Barranquilla y del departamento del Atlantico, así como la del resto de departamentos del Caribe colombiano, en manos de Cambio Radical o de sus aliados, con su fuerza política líder, el charismo, más sus socios liberales, conservadores y advenedizos, indica que, al igual que los barranquilleros, estaremos empeñados a la banca agiotista privada durante más de 20 años.

Las modalidades de contratación por concesiones, que les regaló las Sociedades Portuarias, las empresas de servicios públicos, los aeropuertos, la minería legal e ilegal; o la recién construida segunda circunvalar en la Zona turística de Barranquilla hacia Cartagena; o el negocio tapado de Air E, que desangra la economía regional; o las alianzas público-privadas en las vías, como participó Odebrecht, sobornado parlamentarios; o la apropiación dolosa, después del saqueo a plena luz pública, todavía impune, de la Triple A, sin respeto alguno ante el escándalo internacional por el robo de los recursos de los barranquilleros y de la Comunidad de Madrid en la sociedad Canal de Isabel II; o de la leonina concesión de los corredores portuarios de Barranquilla y Cartagena, con uno de los peajes más altos dentro de ambas ciudades, que, en la primera, sacrificó la obra de los Caños del mercado, y en la segunda picó la comunidad enardecida, todo esto junto, ha servido para desviar recursos a la financiación de otros frentes, los ilícitos, a los que aportan, voluntaria o forzadamente, sumas inéditas, aún por esclarecerse ante la Justicia, destinadas a los reductos armados del paramilitarismo, mutados en bandas criminales urbanas, dedicadas al despojo de tierras, al boleteo, al robo express o al sicariato creciente.

La ciudad les ha perdonado todos sus pecados, hasta ahora, como rebaño cristiano, partiendo de una evaluación del pasado, caracterizada por la postración social a que nos condujeron administraciones anteriores, herederas del Frente Nacional durante las décadas del 70 al 90, aceptando, por descontado, que siendo “todos” ladrones, al menos éstos “han hecho algo”, justificación inmoral que ya no es suficiente para seguir sosteniéndose en el Poder Regional.

Hoy, más allá de los aciertos, fracasos explicables y delitos evidentes por todos advertidos, en exceso conocidos, el traspiés les viene de las posiciones políticas adoptadas en el debate a la Presidencia 2022, cuando se matricularon en la extrema derecha.

El líder, Alex Char, sin posibilidad alguna de derrotar dentro de la coalición uribista al candidato antioqueño Fico Gutiérrez, prefirió participar a su lado y al de quienes eran los legítimos contradictores del PH, la fuerza política que se crecía con fortaleza en el Caribe colombiano, y que terminó arrollándolos.

Cuando Gustavo Petro lanzó la propuesta del PH todos cabían, aún sin adquirir compromisos políticos burocráticos, si estaban dispuestos a aportar a los cambios que tienen acento humanístico y ambiental, pero decidieron callaron.

A diferencia de sus aliados políticos que acudieron al llamado de la diana en el Congreso de la República, prefirieron no escucharla, haciendo “mutis por el foro” a los proyectos del nuevo gobierno, como sí respondieron los conservadores, como Fincho Cepeda y otros, asumiendo con su Ministro la cartera de Transporte; o los ex uribistas ex santistas, como Benedetti o Roy Barreras, que se embarcaron a prima hora y se encaramaron en los puestos de mando.

La decisión de la Corte Suprema de Justicia de vincular al senador Arturo Char al caso Aida Merlano, por la financiación de más de 12 mil millones de pesos – como lo narró en la más famosa llamada grabada en la política nacional que enterró, por un amor hereje y compartido con el ex alcalde en vías de volverse a postular, el movimiento político más antiguo venido del siglo xx, el Gerleinismo y a su líder natural, el senador fallecido, Roberto Gerlein Echeverria, de boca del encanecido galán , empresario y novio -, refractó en el corazón financiero del grupo económico de los Char, el Banco Serfinanza, donde se fraguó la operación de las 30 monedas de plata.

Y como tapón, asistimos a las administraciones fallidas de los municipios del AMB, entre esos, Soledad y Malambo, saqueadas, hasta llevarlas a la ruina financiera y moral, después de décadas de gobiernos de Cambio Radical y sus aliados de todos los pelambres y colores, hoy en manos de sendos movimientos fallidos, con sus cabezas políticas en la cárcel, uno, Eduardo Pulgar, el otro, Laureano Acuña, derrotado en el debate a Congreso, que sirvieron, con sus estructuras electorales corruptas, expertas en el fraude y el delito contra el sufragio, que fueron fortalecidos con millonarios recursos en el anterior debate presidencial que eligió a Iván Duque a la Presidencia, terminaron disputándoles y rapándoles los primeros cargos de ambos municipios, haciendo recordar el refrán “cría cuervos y te sacaran los ojos”.

El PH demostró tener la fuerza electoral suficiente en la Región Caribe con qué derrotar a su legítimo contradictor, el Charismo, llevando a la cabeza a Gustavo Petro Urrego, quien convenció, apropiado de un Programa de Vida, con discurso amplio, unitario, sin arrogancias, estructurado en el marco de las necesidades de nuestro pueblo, heredero del Almirante José Prudencio Padilla, que se incluye en el Plan de Desarrollo del Gobierno Nacional.

Ahora y aquí, serán sus auténticos líderes regionales, reconocidos por este pueblo valiente y luchador, como podrá el PH afrontar su prueba de fuego, ganar con los raizales en el feudo podrido, bajo la sobra de Gustavo Petro pero sin Petro candidato, contando con sus propios voceros sometidos al rasero de la opinión pública en las urnas dentro de 20 meses, el próximo tercer domingo de octubre de 2.023.

Demócratas Alternativos, Bienvenidos al Pacto..!