En Nariño, continúa destrucción de material de guerra entregado por la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano

Luego del acto protocolario que marcó el inicio de la destrucción de alrededor de 14 toneladas de material de guerra entregadas por la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB), desde la delegación del Gobierno nacional se confirmó este viernes que el proceso de destrucción continúa, esta vez con la destrucción de 6.5 toneladas de artefactos explosivos en inmediaciones del resguardo indígena de Inda Zabaleta, en el departamento de Nariño.

La mesa de diálogos dio a conocer que el material destruido esta semana (y que corresponde a la segunda ronda de destrucciones de tres programadas en total), está compuesto por 823 minas antipersonal y 500 cápsulas para activación de estas minas, además de granadas de fabricación industrial, cilindros, morteros y material explosivo diverso.

Al respecto, Armando Novoa, jefe de la delegación del Gobierno nacional en este proceso de paz, recordó que con esta destrucción ya se han dispuesto en total cerca de 10.5 toneladas de material de guerra y afirmó que con estos hechos que salvan vidas se consolida la transformación de estos territorios históricamente violentados. Además, reiteró que “los detractores de la Paz Total en los territorios insisten en descalificar nuestros esfuerzos sin advertir que estos hechos protegen a las comunidades” y afirmó que “Colombia tiene derecho a superar las violencias a través del diálogo y recuperar la vigencia plena del Estado Social de Derecho”.

Por su parte, Jeisson Mahecha, comandante del grupo de Manejo de Artefactos Explosivos de la Tercera División del Ejército Nacional, quienes fueron los encargados de destruir el material de guerra entregado por la CNEB, destacó que “esta cantidad de explosivos que hemos destruido hoy es una cifra importante, significativa para la protección de la sociedad civil ya que con esta cantidad podrían elaborar más de 30.000 artefactos explosivos; esta es la cantidad de población que estamos protegiendo”.

Desde la comunidad y sus organizaciones sociales también destacaron estos avances que calificaron como “hechos concretos de paz”. Por ejemplo, Jerson David Villada, representante legal del movimiento campesino y multiétnico Asomocampaz, en Nariño, resaltó que gracias a avances de paz como este, en su comunidad “se ha podido ya transitar con normalidad, se acabaron las escenas de guerra, las preocupaciones de las confrontaciones en el territorio, las mamás preocupadas por que su hijo no llegara y el atraso del territorio, porque con la guerra es difícil que las comunidades se desarrollen”.


Cabe recordar que del total de material de guerra entregado por el grupo armado, ya habían sido destruidas, previo al acto protocolario en Puerto Asís (Putumayo), 3,8 toneladas entre bombas y morteros, unidades de munición, minas y artefactos improvisados, entre otros, que junto a la destrucción de esta semana en Inda Zabaleta suman alrededor de 10.5 toneladas de material destruido. Como estas, se espera que a finales de este mes se proceda con la destrucción final, también en territorio nariñense, ratificando el compromiso del Gobierno nacional y de la CNEB en alcanzar un acuerdo de paz que beneficie y continúe entregando tranquilidad y esperanza a las comunidades de Nariño y Putumayo.