El caso de Papa Pitufo, que implica a dos agentes encubiertos, supuestamente está siendo manipulado por la fiscalía. ¿Cuál es la razón detrás de esto?

En un reciente acontecimiento que ha captado la atención pública, se destaca el testimonio del Mayor de la Policía Nacional, Peter Steven Nocua. Su nombre no es desconocido en diversas localidades del país, donde numerosos comerciantes de Buenaventura y Cartagena han expresado su conocimiento sobre Nocua Henao.

Actualmente, es reconocido como el principal testigo en el caso que involucra a Ricardo Orozco Baeza, Alexander Galeano Ardila, Mario Andrés Sarmiento Rojas y José Helí Alzate Moncayo, vinculados al zar del contrabando Diego Marín, también conocido como «Papa Pitufo». Estas personas, tanto policías de diferentes jerarquías como civiles, enfrentan acusaciones por presuntas actividades ilícitas en Colombia.

La Fiscalía General de la Nación detuvo a los implicados en medio de una operación mediática, fundamentando su acción en los informes proporcionados por el Mayor Nocua Henao. Sin embargo, ha surgido controversia en torno a su credibilidad, dado que comerciantes y empresarios locales lo acusan de estar vinculado con los flujos económicos del contrabando.

Se ha revelado que las alegaciones en contra del Mayor Nocua Henao no son recientes. Su conexión con el contrabando se remonta a periodos anteriores al inicio de las investigaciones que condujeron a la captura de Orozco Baeza y los otros tres implicados. En un informe presentado ante la Fiscalía, el oficial admite conocer a individuos relacionados con la entrada ilegal de mercancías al país, lo que pone en duda su rol como «agente encubierto».

Además, surgen interrogantes sobre la relación de Nocua con el exgeneral William Salamanca, exdirector de la Policía y quien ha estado inmerso en diversas controversias relacionadas con corrupción dentro de la fuerza pública. Se plantean cuestionamientos sobre las posibles «mentiras de Nocua» para supuestamente beneficiar al General Salamanca; así mismo, su conexión con altos mandos de la policía y la fiscalía. A pesar de estar bajo investigación penal, sigue activo en la institución.

El testimonio del Mayor Peter Steven Nocua ha adquirido relevancia tras el comentario de un veterano de la fuerza pública, en referencia a lo que parece ser una campaña de desprestigio; refleja «una preocupación por la reputación de la Policía y se centra en acusaciones de doble discurso, deshonestidad y manipulación por parte de un excolega que pretende manchar la trayectoria de aquellos que desempeñaron sus funciones con integridad».

Este señalamiento cuestiona la actuación de agentes encubiertos, sugiriendo posibles provocaciones y manipulaciones para incriminar a personas en actividades ilegales, con la finalidad de evitar sus propias implicaciones en actos de corrupción. Se plantea la incógnita sobre la falta de denuncias previas por parte de los uniformados involucrados, a pesar de tener conocimiento de posibles irregularidades y relaciones directas con individuos vinculados al contrabando. Resulta sorprendente que solo tras ciertas contingencias se haya iniciado la recolección de pruebas, como expuesto en el caso del subintendente Álvaro Galvis Acevedo, quien comenzó a recabar evidencia al descubrir la existencia de una solicitud para su remoción de la Policía Fiscal y Aduanera (POLFA) y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), diligenciado por Salamanca.

Estos eventos sugieren un ambiente de turbulencia y desconfianza en el que se cuestiona la transparencia institucional y se afecta la integridad de ciertos procesos y actores dentro de la entidad. Ante esta compleja trama, en la cual los testimonios no generan certezas, surge la interrogante sobre la responsabilidad de los agentes protegidos en la omisión de informaciones relevantes y la posible manipulación de situaciones a su conveniencia, lo que puede socavar la credibilidad y eficacia de las operaciones policiales.

Las denuncias contra Nocua y Galvis

Según una fuente fidedigna de la fuerza policial, Nocua y Galvis están siendo investigados por un aumento inexplicable de su patrimonio. Esta situación ha suscitado considerables indicios sobre posibles actividades ilícitas que podrían haber contribuido a su crecimiento financiero. Como destacó el abogado Pinzón Sánchez, la fiscalía ha presentado conversaciones editadas que Nocua ha contextualizado a su favor, lo que ha generado sospechas sobre la veracidad de las pruebas en su contra.

Las acusaciones contra Peter Steven Nocua y Álvaro Galvis representan un desafío significativo para la policía colombiana, el caso Papa Pitufo ha sacado a la luz problemas de corrupción, dilemas éticos y la influencia de funcionarios retirados en las investigaciones en curso. Es precisamente donde vale la pena resaltar un documento extraído del expediente donde reposa el material probatorio contra Peter Steven Nocua y Álvaro Galvis, según el ente acusador de manera aparentemente irregular ordena la ruptura procesal, dicen los expertos que: «se refiere a la interrupción del desarrollo normal de un proceso legal o judicial. Esto puede deberse a diferentes motivos, como la falta de continuidad en la tramitación de un caso, la invocación de una causa legal que detiene temporalmente el proceso, o cualquier otro obstáculo que impida el avance fluido de un procedimiento judicial».

Ahora bien el documento reitera que la ruptura del proceso que se lleva contra varios ex funcionarios de la policía y muchos fueron separados del cargo como fue el caso del teniente Coronel Abdón Melo Ramirez, quien al parecer permitió establecer la presencia de funcionarios aliados de alias Papa Pitufo en Pereira y Cali para el fortalecimiento del contrabando.

Nos dimos a la tarea de buscar los numero de radicados y encontramos que: el numero de noticias criminal 110016000101202310182 que el despacho de la fiscalía 5 especializado cambio al numero 110016000000202400815 dando cuenta que la ultima actuación fue el pasado 17-MARZO-25 ACTIVIDAD INVESTIGATIVA ADELANTADA POR EL EQUIPO DE TRABAJO DE LA FISCALÍA U OTRA ACTUACIÓN PROCESAL, mientras que el radicado anterior sigue su curso a toda marcha y su ultima actividad procesal fue el 03-ABRIL-25

En informes de prensa, dice que en la investigación – el anterior fiscal del caso, Andrés Marín, evitó que se hiciese efectiva orden de aprensión, cuando se solicitó la captura del mayor Nocua Henao, lo que al parecer provocó que fuese apartado de la investigación en contra de los contrabandistas, pero sigue burlándose de la justicia y con un poder incalculable.

Que tan legal es una ruptura de un proceso, cuando este esta avanzando? según las versiones de abogados es poco común ver casos como estos; pero lo que si es claro es que al igual que el coronel Melo, así como los demás implicados han sido separados de sus cargo y estan enfrentando cargos por varios delitos entre ellos el de concierto para delinquir y corrupción, sin embargo el Mayor Nocua sigue activo en la policía, pese a que se auto incrimina, aun no ha podido demostrar su inocencia y la investigación continua; resaltamos la pregunta ¿por que la fiscalía lo protege? será que la ruptura procesal es para que sus actuaciones supuestamente delictivas quede en la impunidad? estos casos representan un desafío significativo para la policía colombiana, no paran de salir a la luz problemas de corrupción, dilemas éticos y la influencia de funcionarios retirados en las investigaciones contra Diego Marín, alias Papa Pitufo, como lo expreso un veterano de la entidad.

El Rol del General Retirado Buitrago

Los actores claves en este drama serían, por un lado, el general retirado Juan Carlos Buitrago, acusado de ejercer influencia indebida en la investigación. Fuentes policiales indican que Buitrago, quien ahora actúa como consultor externo, ha accedido indebidamente a información sensible relacionada con el caso y por el otro estaría supuestamente el ahora Mayor Kevin Castaño, quien fue el coordinador del equipo investigador contra alias «Papa Pitufo», en un caso de 2011.  Este oficial forma parte de la Dirección de Inteligencia de la Policía y, bajo su dirección, se llevó a cabo una exhaustiva indagación sobre el zar del contrabando Diego Marín, la cual fue suspendida en noviembre de 2023, y que ha permanecido inactivo desde 2018.

La situación se vuelve aún más turbia con la participación del Mayor Castaño Flórez, identificado como un vínculo con Buitrago y quien participó en la recopilación de inteligencia contra Nocua. La relación entre estos oficiales genera inquietud sobre la transparencia de las operaciones policiales y sobre la imparcialidad de la justicia cuando influyen políticas internas. El mayor Castaño está adscrito a la unidad de inteligencia; La fuente lo señala de estar direccionado y quién sería el oficial que supuestamente le filtra información al exgeneral Buitrago. Agrega el funcionario que «es posible que estuvieran haciéndole el mandado al general retirado Oscar Naranjo, para abrirle paso a sus aspiraciones políticas».