La calma del Caribe colombiano podría alterarse en los próximos días. Una onda tropical que avanza desde el Atlántico central mantiene en alerta a las autoridades, que ya comenzaron el seguimiento ante una posible formación ciclónica.

Aunque los pronósticos del IDEAM y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) hablan de una probabilidad baja —del 30% en los próximos siete días—, la historia reciente enseña que el clima puede cambiar de un momento a otro.

En las costas de La Guajira, Magdalena, Atlántico y Bolívar, los pescadores madrugan como siempre, pero con la mirada puesta en el horizonte. “El mar está distinto, se siente pesado, como si algo se moviera debajo”, dice Juan, un hombre de 52 años que lleva más de tres décadas en el puerto de Riohacha. “Cuando uno vive del mar, aprende a leer sus señales”.

Las autoridades mantienen por ahora un mensaje de tranquilidad y prevención. No se ha activado ninguna alerta oficial, pero sí se insiste en la importancia de mantenerse informados por canales verificados y no dejarse llevar por rumores.

La Mesa Técnica de Alertas por Ciclones Tropicales, integrada por la DIMAR, Aerocivil, la Fuerza Aérea Colombiana y el IDEAM, revisa constantemente los modelos meteorológicos que muestran un posible incremento de lluvias, vientos y oleaje entre comienzos y mediados de la próxima semana.

Para muchas familias del Caribe, los recuerdos del huracán Iota —que en 2020 golpeó con fuerza el archipiélago de San Andrés y Providencia— siguen frescos. Por eso, cada anuncio meteorológico despierta temores, pero también una lección aprendida: la prevención salva vidas.

“Estamos listos para actuar ante cualquier eventualidad”, aseguró un portavoz de la UNGRD. “Nuestra prioridad es proteger a las comunidades costeras y garantizar que la información fluya de manera clara y oportuna”.

Mientras tanto, los cielos del Caribe se tiñen de gris y el viento sopla con una advertencia silenciosa. Los habitantes, acostumbrados a convivir con la fuerza del clima, esperan atentos, con la esperanza de que el mar les dé un respiro más.