Por Álvaro Cotes Córdoba

Si a los bloques en las universidades les acostumbran poner nombres, sin duda el bloque D de la sede norte de la Universidad del Atlántico, ya se ganó hasta un sobrenombre: «El bloque Del suicidio».

Con el de hoy, es el segundo suicidio en el presente año que se registra en el mismo bloque de ese claustro educativo superior.

El primero ocurrió en la tarde del martes 20 de febrero, cuando la joven Damaris Verdugo Almagro, decidió arrojarse al vacío desde el cuarto piso de ese bloque fatídico.

En la mañana de hoy jueves 22 de agosto, otro estudiante de la misma universidad y del mismo bloque, de nombre Julián Cantillo, optó también por lanzarse al vacío desde dos pisos más arriba, es decir, del sexto piso.

Por cualquiera que hayan sido los motivos por los que los dos jóvenes estudiantes tomaron sus fatales decisiones, igualmente debería ser de preocupación lo que sucede en ese bloque D o ¿»bloque Del suicidio»?