El Deportivo Cali se quedó con las ganas. Su reclamo por los puntos del partido contra Junior, basado en una supuesta irregularidad en la inscripción del jugador Leider Berrío, fue desestimado por la Dimayor. La Comisión Disciplinaria concluyó que no había ninguna infracción por parte del conjunto barranquillero y, por lo tanto, el resultado se mantiene tal cual: lo que pasó en la cancha, se queda en la cancha.
El Cali había pedido que se le adjudicaran los tres puntos argumentando un error en la habilitación del jugador rival, pero la Dimayor fue clara: no hubo violación al reglamento y la participación de Berrío fue completamente legal.
Con esto, el club vallecaucano no solo pierde en lo deportivo, sino también en lo jurídico. Aunque aún puede apelar, el mensaje del ente rector del fútbol colombiano fue contundente: no todo se gana en los escritorios.
Una jugada más que, esta vez, no tuvo VAR… pero sí revisión reglamentaria.
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