Servidores de la Regional Chocó se desplazarán hacia el corregimiento de Santa Catalina de Catrú, en donde las AGC incursionaron y asesinaron a un hombre.

Debido al asesinato ayer de un indígena en el corregimiento indígena de Santa Catalina de Catrú, del municipio de Alto Baudó, la Defensoría del Pueblo activó la ruta de atención humanitaria para generar acciones de protección y atención para esta comunidad integrada por al menos 2.500 personas.

Los hechos dados a conocer a la Defensoría indican que las AGC incursionaron en el territorio indígena y decapitaron al indígena Luis Picasio Carampaima, lo cual ha generado zozobra y un riesgo de desplazamiento masivo en una comunidad históricamente receptora de los desplazamientos internos de otras familias.

“Ante estos hechos, ordenamos el traslado a la zona de una comisión de la Regional Chocó. También exigimos la protección de la población y que se investiguen estos hechos para dar con los responsables de tan atroz crimen.

La Defensoría acompaña y buscar estar siempre cerca de las comunidades indígenas, para trabajar por sus derechos sin importar obstáculos o distancias geográficas”, dijo el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis.

En la sede de la Regional de la Defensoría en Quibdó se conformó ayer mismo una mesa urgente de protección con representantes de la Unidad para la Atención y la Reparación Integral a las Víctimas, la Gobernación de Chocó, la Procuraduría y los líderes indígenas. De esta reunión se informó a las autoridades nacionales y la fuerza pública sobre la situación de riesgo persistente para las vidas de las comunidades indígenas y afro de esta zona.

También se indicó que en las últimas horas se han presentado combates en esa zona, así como la quema de viviendas por parte de las AGC.

Hay que recordar que la Defensoría del Pueblo emitió la alerta temprana 041 del 2019 para esta región y por los hechos recientes se enviarán los oficios de consumación del riesgo advertido a todas las autoridades de los niveles municipal, departamental y nacional, así como a la fuerza pública.

El corregimiento donde ocurrieron los hechos ha sido también históricamente receptor de desplazamiento y confinamiento de habitantes de la zona alta del río Dubasa.

Por estos hechos violentos, la Defensoría pidió protección y atención efectiva y urgente para las comunidades del resguardo Catrú, Dubasa y Ankosó, que se encuentran en riesgo por el accionar de grupos armados ilegales que se encuentran en disputa.