Por: Alfonso Camerano Fuentes

QH Omar:

A propósito de tu justa crítica aporto los siguientes elementos de juicio dirigidos a abrir continuar el debate aplazado por quienes utilizan la Masonería como instrumento de intereses personales y grupistas que traicionan los Principios de nuestra Augusta Orden, así:

El ejercicio electoral en la Democracia interna de la Masonería arrastra los vicios del mundo profano permitiendo la creación de roscas estimuladas por la Ambición de Poder, para lo cual acuden a todo tipo de maniobras y manipulaciones, que incluyen ofrecimientos del reparto de dignidades locales y confederadas, viajes internos o al exterior, negocios masónicos y profanos; traslado de tendencias partidarias del Poder Político, subdivididas entre neoliberales, comerciantes de lo público, contratistas, y políticos del régimen que avasallan a quienes consideren desafectos a sus propósitos – que ni ideas edificantes – y colocan en la oposición, a quienes descalifican con epitetos de “comunistas”, ahora el de “petristas”, “de izquierda”, hasta llegar a la Envidia, usando la calumnia infame, el maltrato, la desconsideración y en más de un caso, aplicando la expulsión “a perpetuidad” de la orden; han sido manipulados los ingresos a través de iniciaciones preconcebidas para el canje de poderes masónicos y profanos; se hacen carreras fugaces para ascender, a conveniencia, a las altas dignidades de la Orden a quienes retribuyen favores desde ese concertado poder compartido, con el cruce de “ofertas” a personajes del mundo político y empresarial profano a fin de “sacarle partido” a la Orden, y canjear ventajas mutuas en los escenarios de ambos mundos, el Masónico y el de los negocios a conveniencia del personaje interno o externo de turno; y a su vez, es frecuente, en ese segmento, que no conoce los principios humanísticos de la noble Fraternidad, la traición vil, el envilecimiento de HH y de Logias enteras, acudiendo a todo tipo de “armas” y “métodos” de descalificación, que socavan y deslegitiman a esas dignidades postizas, nacidas de todo aquello que nos enseñaron a combatir desde la Iniciación, la Ambición del Ambicioso”; la lucha, entonces, por hacer un ser humano más noble y social, pasa por el centro de nuestra vida masónica, incluyendo esta piedra bruta que no quiere pulirse y obstruye el trabajo de quienes luchan por hacerlo..