Por: Redacción

Suena un poco surrealista la idea de un día podernos vacunar o tatuarnos sin agujas, pero el ingeniero David Fernández y su equipo en Países Bajos están dando pasos en esa dirección.

Todo comenzó con la creación de burbujas pequeñísimas utilizando un láser. Ese fue el experimento inicial de David Fernández en el 2007. Estas burbujas permiten generar chorros o gotas de líquido lo suficientemente veloces y pequeñas para penetrar la piel. Las gotas tienen un diámetro comparable al de un cabello humano y viajan a 224 millas por hora.

Ahora David es Profesor Asociado en la Universidad de Twente en Países Bajos y Afiliado de Investigación en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) en Estados Unidos, pero recuerda conmovido y admirado a sus profesores en Cuba. Ellos con pocos recursos se las ingeniaban para hacer prácticas de laboratorio.