En medio del proceso judicial que enfrenta el expresidente Álvaro Uribe Vélez por presunta manipulación de testigos, ha salido a la luz una nueva declaración que ha generado controversia: un exguerrillero de las FARC aseguró que los exsenadores Piedad Córdoba e Iván Cepeda habrían intentado fabricar testigos en su contra dentro de las cárceles.
Sin embargo, esta afirmación surge en un contexto ampliamente politizado y sin respaldo judicial firme. Tanto Córdoba como Cepeda, conocidos por su papel en la defensa de los derechos humanos y su oposición al uribismo, han sido blancos frecuentes de señalamientos provenientes de sectores afines al expresidente.
Iván Cepeda, en particular, ha reiterado que sus visitas a centros penitenciarios fueron parte de su labor como congresista, en el marco de una política pública de seguimiento a los acuerdos de paz y a las condiciones de detención de excombatientes. La Corte Suprema de Justicia, además, archivó en su momento una denuncia de Uribe contra Cepeda, encontrando en cambio indicios de que el expresidente habría buscado manipular testigos para desprestigiarlo.
Por su parte, Piedad Córdoba —quien falleció en 2024— fue una figura polémica pero nunca fue condenada por delitos relacionados con manipulación de testigos.
El testimonio del exguerrillero aún no ha sido corroborado por instancias judiciales, y su aparición coincide con intentos de desviar la atención del proceso que hoy enfrenta Álvaro Uribe, en el cual la justicia investiga si él, o personas cercanas a él, ofrecieron prebendas a testigos para cambiar versiones que lo relacionan con grupos paramilitares.
La declaración se suma a una larga cadena de versiones encontradas, donde actores armados, abogados y políticos han intentado inclinar la balanza en uno u otro sentido, en una disputa jurídica que también tiene fuertes implicaciones políticas.