Por: Jorge Vergara Carbó

Como se dice coloquialmente, vamos al grano y empecemos a desnudar el proyecto de ley 594 de 2021, que presento el Ministro Carrasquilla a la Cámara de Presentantes, y que debe ser estudiado y aprobado primero en las comisiones económicas que son la tercera y cuarta del Congreso, para que después pasen a discusión en la plenaria del congreso. El gobierno espera su aprobación a finales de junio.

Esta es la noticia del año, al lado de la pandemia. Las opiniones que se han dado hasta el momento han sido muchas, se han escuchado más las voces detonantes que las que apoyan. Cada uno opina de acuerdo como le va en el baile.

Podemos decir que de acuerdo a las declaraciones dadas a conocer por los distintos medios de comunicación que la reforma no ha gustado, por diversos motivos siendo uno de los principales haberse presentado en el momento menos propicio dado que la economía continua si reactivarse y venimos de una recesión del 6.8%, del PIB, y  los meses de enero, febrero y marzo, no han sido muy buenos por la tercera ola del virus, que incluso hoy tienen a las principales ciudad del país, trabajando a media marcha con toque de queda , pico y cedula y  los fines de semana sin salir a la calle. No nos digamos mentira la gente está pasando hambre porque no tiene dinero para adquirir bienes y servicios, y los pocos que cuentan con un trabajo, el 85%, de ellos gana entre uno y dos SMLV, y el 48.1%, de los 20 millones de trabajadores viven del rebusque y no alcanzan a ganar un SMLV.

El otro motivo es que la mayor parte de los ingresos que se esperan recaudar saldrán de la clase trabajadora y de los pensionado, $17 billones de pesos. Otro factor es que siguen favoreciendo a sectores empresariales privilegiados con tasas de impuestos que oscilan alrededor del 9%, y además regalándole dinero como lo hicieron con las dos reformas anteriores, que  le reconocieron el  pago del 100% del ICA, y en el 2022, se  le pagar el 50%.

Esta sola gabela nos costó a los colombianos $14 billones, nueve del primer año y cinco del 2022.Las otras gabelas que se dieron al sector empresarial suman 10 billones adicionales. Con ese dinero sería suficiente para atender los gastos de la pandemia y disminuir el déficit fiscal .El que más ha caído mal, es el aumento del IVA al 19%, de productos básicos de la canasta familiar pasándolos de exentos a excluidos, y a otros del 5%, al 19%. También los impuestos que afectan la seguridad alimentaria de las clases medias y pobres al aumentar el impuesto a la gasolina, poner peajes en las ciudades capitales, gravar con el 19%, los servicios públicos domiciliarios, gravar el plástico, y otros.

Pero lo más triste, es que nada se dice en el proyecto de disminuir la evasión y elusión tributaria que nos cuesta $45 billones, ni eliminar las exenciones a las empresas especialmente las de Zonas Francas, que nos cuesta $85 billones, y mucho menos de imponer cárcel de 10 años, a los corruptos, lavadores de dinero, contrabandistas y por fuga de capital que nos cuesta $50 billones. Hablamos de $180 billones, que dejamos de recaudar por la corrupción en la DIAN y en los organismos de Control del Estado.

Veamos ahora, a mis queridos amigos empleados como les va en esta reforma comparada con la anterior. Antes de este proyecto de ley, declaraban renta los salarios mayores  $3.5 millones, que aportaban $12.9 billones, y los declarantes eran 4.4 millones.

Para calcular el impuesto a pagar se debe estimar la Renta Líquida y a esa renta aplicarle la tasa impositiva, que para el 2022 y 2023, aumentará dado que se eliminan unas exenciones que se daban al no incluir como salarios a las primas, vacaciones, y se limita la deducción del 40%,al 25% (art 240 proyecto de ley 954/21), y se bajan las escalas de las  UVT, lo que implica gravar  a los salarios que antes no eran gravables. Por ejemplo el que tenga una renta líquida para los años 2022 y 2023, de 561 UVT ($21 millones), pagaran una tasa del 10%, que anteriormente no pagaban, es decir pagara $2.1 millón de pesos, que se lo descontaran por la derecha. 

Para entender mejor lo que propone el gobierno, comparemos lo que vamos a pagar en la declaración de renta de este año, con lo que pagaremos en los dos años entrantes, para poder medir el impacto que tiene sobre la clase trabajadora del país. Los valores de la UVT son tomados al azar a fin de hacer las comparaciones del caso.

 UVT        TAR/21   UVT      TAR/22    UVT  TAR/23

1090            0         800         0              560       0

1700          19         950       10             900      10

4.100         28       1.500      20          1.400      20

8.670       33%      2.700     28%        2.000     28%

18.970     35         5.000     33%        4.000     33%

31.000    37%     10.500     37%      10.000     37

>31.000  39%     >10.500   41       >10.000     41                                                                        

 La UVT para el año 2021 vale $36.308. El valor de la UVT lo determina la DIAN anualmente. El valor de la UVT para el año 2020, fue de $35.607 pesos. Lo que implica que para el año 2021, se incrementó en el 2%(36.308/35.607). Para los años 2022 y 2023, utilizaremos el mismo incremento del 2%, por lo tanto el valor del 2002, será de $37.034. y el del 2023, $37.774.

Para mayor ilustración, veamos el efecto real de una persona que tiene una renta líquida así:

R.L UVT  TAR/21    $MILL   TAR/22 $MILL  TAR/23   $

1090            0               0        28%       11.3     28      11.5

3000          28            30.5      33           36.7     33     37.4

6000          33            71.9       37           82.2     37     83.8

10600        35          133.4       37         143.9     37   146.7  

>31.000     39          439.0        41         470.7    41   480.0    .

Del cuadro se desprende lo siguiente:

  1. Una persona que para el 2020, tenía una renta líquida de 1090 UVT, es decir $39.6 millones, no pagaba impuesto en el año 2021. Pero esa misma persona con esas mismas UVT, tendrá una renta líquida de $40.4 millones, lo que significa un aumento en la renta líquida del 2.3%, y por ese aumento pagara en el año 2022,, una tasa del 20%, lo que significa  $11.4 millones, y en el 2023, $11.5 millones lo cual es un impacto alto, porque pasa de pagar cero pesos a más de once millones de pesos.
  2. Un contribuyente con una renta líquida de 3000 UVT, equivalente a unos ingresos anuales de $108.9 millones, que al aplicarse la tarifa del 28%, le corresponde pagar, $ 30.5 millones. Esa misma persona en el año 2022, tendrá unos ingresos de $111.9 millones, debe pagar el 33%, o sea $36.9 millones, y para el 2022, sus ingresos serán de $113.3 millones, correspondiéndole pagar $37.4 Lo que le significa un incremento en sus impuestos del 21% y del 22.6%.
  3. El impacto grande esta, que en el año 2021, solo pagaban impuesto o declaraban las personas que su salario fuera superior a $3.5 millones mensuales, en cambio en el 2022, pagaran impuesto, las que ganen $2.5 millones, y en el 2023, quienes ganen $1.8 millones, pagaran un 10%.
  4. Las tarifas fijadas son progresivas van aumentando a medida que se aumenta la renta líquida gravable. Eso es correcto porque de esa forma quién más gana paga más, lo que conlleva a una mejor distribución del ingreso. Lo malo de esta reforma comparada con las anteriores es que pone a pagar a salarios por encima de $1.6 millones mensual, a sabiendas que ese nivel de renta no es suficiente para adquirir la canasta familiar que supera en el país los $3.5 millones.

A lo anterior hay que añadirle que la reforma afecta los ingresos de los trabajadores formales e informales, con una serie de impuestos que inciden en su nivel de vida, entre ellos destacamos los siguientes:

  1. Modifica el IVA, pasando artículos de exentos a excluidos lo que dispara los costos de producción, que son trasladados al precio del producto. Aumenta productos que pagaban el 5%, al 19%, y elimina muchos artículos que estaban exentos y los gravan con el 19%.
  2. Grava con un IVA del 19%, a los servicios públicos domiciliarios a los estratos 4, 5 y 6. El más golpeado es el estrato 4, que no recibía subsidio, pero tampoco contribuía con el pago para los estratos 1,2 y 3.
  3. El impuesto al carbono, que grava a las empresas generadoras de energía térmica, las cuales aumentaran el costo de generación, y las empresas comercializadoras o distribuidoras se lo trasladaran al consumidor final con una mayor tarifa.
  1. El impuesto a la gasolina y ACPM, afecta a las clases populares y medias, porque encarece por una parte el transporte y al aumentar el transporte se incrementan los costos de los productos que se adquieran.
  2. El impuesto a los plaguicidas también afectara los productos del sector agrícola con un mayor precio, al igual que el impuesto al plástico.

En conclusión esta reforma golpea fuertemente a la clase trabajadora, que aportara $17 billones por renta y $7 billones, por IVA, más los recursos que tendrá que destinar para pagar por la cascada de impuestos que se crean o aumentan, cuando el aporte de las empresas será tan solo de $3.7 billones.

El peso de la carga fiscal cae sobre los trabajadores, lo que es injusto, porque se sigue sosteniendo los privilegios a los empresarios, e incrementándolos con  esta reforma con el cuento de la “economía naranja” incluyendo sectores económicos que nada tienen que ver con ese tipo de economía.

LAS PENSIONES NO SE PUEDEN GRAVAR 

En Colombia no se puede gravar a los pensionados, a excepción de los que ganen más de 1000 UVT mensual. Esto último por sentencia de la Corte Constitucional  C-397/11, que considero que era viable gravar ese monto de pensiones.

En ese fallo como en anteriores la Corte Constitucional establece que “la pensión de vejez goza de amparo superior en los artículos 48 y 53 de la Constitución, los cuales establecen que el pago de la pensión debe realizarse de manera oportuna dentro de los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad, propios de la seguridad social en Colombia.” En esa misma sentencia el Procurador  Alejandro Ordoñez  en representación del Ministerio Público recordó “que los artículos 48 y 53 de la Constitución Política garantizan que la seguridad social será equitativa y financieramente sostenible.

De igual forma, sostiene que el Acto Legislativo 01 de 2005, modifica el artículo 48 de la Norma Superior, en el sentido de reforzar la sostenibilidad del sistema pensional, de reducir los regímenes especiales, como la de fijar topes de ingreso pensional y la de asegurar los derechos adquiridos Dice además que dentro de los mandatos constitucional están los de adoptar los mecanismos necesarios para mantener el poder adquisitivo de los ingresos a pensiones, así como el deber del Estado de garantizar la provisión y adecuada inversión de dichos recursos.

Así, la protección especial a las pensiones es prioritaria y se erige en un pilar del Estado Social y Democrático de Derecho, ya que el subsistema está organizado para proteger a un grupo especialmente vulnerable como es el de los pensionados, que por sus condiciones especiales, no están en la misma situación de los trabajadores”

Por otra parte no se puede perder de vista que los pensionados pagan el 12%, para su salud y muchos de ellos por el mal servicio que prestan las EPS, se ven obligados a contratar el servicio con una prepagada que son costosísimas, y muchos perdieron gracias al expresidente Álvaro Uribe Vélez la mesada 14.

La tabla de Retención en la Fuente para trabajadores y pensionados es fuerte va desde el 10% al 41%, de retención mensual y la UVT va de 60 a más de 1050.

  1. Un pensionado o trabajador que gane 65 UVT, le retendrán el 10%, su salario que es de $2.4 millones, es decir le descuentan mensualmente $240.721
  2.  Uno que gane 220 UVT, le retendrán el 28%, en el año 2022 y el 33%, en el año 2023. En el 2022, le descontaran $2.3 millones mensuales, y en el 2023, $2.7 millones
  3. Uno que gane 420 UVT, $15.6 millones mensual, pagara el 33%, unos $5.1 millones y el 37% de $15.9 millones, o sea  $5.9 millones.

En síntesis las clases medias y los pensionados del país, salen afectados en esta reforma tributaria, y en especial los pensionados que reciben un aumento anual sobre el IPC, y para esta año el aumento fue de 1.66%, y a marzo la inflación va por 1.70%, lo que significa que  ha perdido su poder adquisitivo, y por otra parte tiene que  pagar un impuesto que no pagaban lo que deteriora su nivel de vida. Solo es posible gravar las pensiones si la Corte Constitucional admite gravar a las pensiones igual o superiores a  25 SMLV.

Como decía Oliver Wendell Holmes “pagamos impuestos para tener una sociedad civilizada” yo diría no solo civilizada sino justa que le brinde oportunidades a todos por igual, disminúyalos niveles de pobreza y  miseria, garantizándole trabajo digno, educación y salud de alto nivel, entre otros.

En la próxima crónica, tocaremos el tema de las personas jurídicas, la economía naranja, facultades extraordinarias que solicita el gobierno.