El Consejo Superior de la Judicatura rechazó de forma categórica la reciente ola de violencia en el país, particularmente en Bogotá, Cauca y Valle del Cauca, y solicitó reforzar urgentemente las medidas de seguridad en las sedes judiciales de esas regiones.
La declaración se da tras el asesinato del fiscal Karim Sefair Calderón, delegado ante jueces del circuito especializado, crimen que ha conmocionado a la Rama Judicial. La corporación exigió garantías para la vida e integridad de los funcionarios judiciales y de los ciudadanos que acuden a estas instituciones.
“El país necesita un cambio profundo, basado en la tolerancia, el respeto mutuo y el uso de canales democráticos para resolver las diferencias”, señaló el comunicado, en el que se exhorta a dejar atrás la violencia como mecanismo de presión o poder.
La Judicatura instó a las autoridades nacionales, locales y a los organismos de seguridad a trabajar de manera articulada para proteger la institucionalidad, preservar el Estado Social de Derecho y garantizar el funcionamiento libre e independiente de la justicia en todo el territorio.