¡Se acabó la improvisación! También la estupidez hecha pasta en Cartagena. ¡Dumek, alcalde electo! ¡Conjurada la maldición! Su triunfo fue contundente e inobjetable. Dejó atrás todas las encuestas y alcanzó una cifra cercana al 43% de los resultados electorales de una ciudad sumida en el caos, el desgobierno y la inmoralidad político-administrativa. Ahora, Dumek Turbay tiene el reto de superar con creces la mala obra del Tractor que se convirtió en una carretilla desguañangada y en una pesadilla a lo Fredy Kruger.
En la mañana de este 29 de octubre de 2023, llovía copiosamente como hacía 16 años. Parecía un mal presagio para el candidato Dumek Turbay como en esas elecciones de octubre de 2007 cuando se produjo lo que ahora se conoce como el síndrome Juan Carlos Gossaín. Aparentemente tenía todo resuelto con los líderes políticos de los barrios, por lo que cerró su tienda de campaña electoral. Pero fue derrotado sorpresivamente Mariamulata. Ella pretendía hacer lo mismo en el día de hoy.
Tomando en cuenta los últimos resultados emitidos por la Registraduría Nacional, la victoria del candidato de la coalición política Unidos para Avanzar, Dumek José Turbay Paz, fue imparable. Lo mismo que hizo Yamil Hernando Arana Padauí en la gobernación de Nolívar. Dejaron regado a todos sus perseguidores. Se hicieron inalcanzables. Dumek, por ejemplo, demostró que los pronósticos estaban acertados en cuanto a su victoria, contrario a lo que desde hace 16 años sucedía con los candidatos de las maquinarias políticas de Cartagena.
¡Conjurada la maldición! El pasado 8 de octubre publicamos un artículo que pretendió las alarmas en la campaña de Dumek Turbay. Desde hacía 16 años ninguno de los candidatos de las maquinarias habían triunfado pese a lo que indicaban las encuestas. Le sucedió a Juan Carlos Gossaín en 2007, a la difunta María del Socorro Bustamente en dos oportunidades y a William García hace 4 años.
De hecho, la victoria de Dumek conjuró esa maldición. No cerró las puertas de su campaña en la parte final de las elecciones. Atendió a Raiumundo y todo el mundo y estuvo atento al vaivén político. Supo atraer los votos de Willíam García, neutralizó los intentos de fraude y detuvo el ascenso de Julio Bejarano y de Pinedo.
Esa fue la razón fundamental por la cual hoy su victoria no tiene ninguna tacha. Ni siquiera los intentos de fraude que se habían diseñado en esta ocasión tuvieron éxito, como hace cuatro años. Dumek lo tenía todo fríamente calculado y dispuso las medidas preventivas para no tener ninguna sorpresa. Él mismo vivió el trago amargo de la derrota de Juan Carlos Gossaín en 2007. Estaba preparado para conjurar esa maldición política. De ahora en adelante, en Cartagena los líderes políticos deben cambiar de estrategia.
Dumek superó a Campo
Las cifras no mienten. Dumek Turbay recibió el 42.91% de los resultados electorales. En término de número redondo, su votación es de 159.254 votos. Tuvo una marca histórica. Superó por más de mil votos lo alcanzado por Campo Elías Terán Dix (2012-13 de abril de 2013), que fue de 158.000. O sea, fue el candidato que más votos recibió en toda la historia electoral de Cartagena de Indias.
El romper el récord de Campo, obliga a Dumek Turbay asumir un reto mayor. Y esto lo dejó sentado en su breve discurso pronunciado en la noche de este 29 de octubre en el barrio obrero de Blas de Lezo.
Además, como si fuera una carrera ciclística, dejó regado a sus rivales. Triplicó a su segundo, Javier Julio Bejarano, uno de sus más enconados rivales. Julio Bejarano aseguró con ese lugar su paso al concejo de Cartagena. Quintuplicó a Judith Pinedo Flórez y a William García.
El reto de Dumek
¿Fue una salida desesperada? ¡No! La más inteligente. El elegido es inteligente, preparado en la administración pública y una carrera política que apenas comienza. Lo que se puede decir con franqueza es que Dumek José Turbay lo hará mil veces que el bufón demente, un loquillo que lo tendremos como alcalde hasta el 31 de diciembre. ¿Por qué no renuncia?
Esa fue la peor maldición política conjurada por el triunfo de Dumek José, una maldición que dejó profundas heridas en la ciudad y en el pueblo cartagenero. Y para más piedra, pese a los 60 procesos penales y disciplinarios, nos lo dejaron 4 años, como para que esa maldición causara todos los estragos que causó.
