Por: John Elvis Vera Suarez

Entre el 11 y el 13 de diciembre se llevó a cabo el XXIV Congreso del Sistema Nacional de Planeación (SNP).  Fueron al menos 870 Consejeros y Consejeras venidos de todos los rincones del país. Pese a todos los inconvenientes, fue un esfuerzo a resaltar del CTP de Armenia y la Alcaldía, apoyados por el CTPD Quindío y la Gobernación, que valió totalmente la pena ser realizado.

Como lo expresé en el mismo, cada cual tendrá algún reparo por hacer, quizás unos con razón, quizás otros injustificadamente, pero lo cierto es que en términos generales fue un evento que salió adelante. Las fallas que hayan podido tener no opaca lo logrado. Y esto lo reitero porque a pesar de la mezquindad mostrada desde Bogotá, por el Consejo Nacional de Planeación (CNP), auspiciada por el DNP, negando unos recursos para que este se realizara en mejores condiciones, el XXIV Congreso culminó con la satisfacción mayoritaria de quienes participaron activamente en él.

Si miramos los CTP que por orden Constitucional y de ley, deben existir en nuestro país, ningún Congreso realizado hasta ahora ha podido contar con más del 10% de Consejeros y Consejeras. Y esto tiene razones suficientes no para desfallecer sino para insistir en el fortalecimiento de los mismos y de la propia participación ciudadana a través de estos espacios.

Continuamos con el desconocimiento de la ley por parte de Administraciones Territoriales. Se le sigue negando a la ciudadanía el contar con el apoyo necesario para que sus labores en procura del bienestar de la comunidad sean realizadas en su debida manera. La apatía en el seno de los sectores poblaciones, fomentada por la desidia gubernamental, no cesa en detrimento de nuestra propia participación que debe ser propositiva y beligerante en defensa de los Territorios. Irónicamente la ausencia de buena parte de los CTP Municipales del Quindío fue notable.

Congreso tras Congreso, siempre las voces oficiales han tenido prelación en los mismos. Pareciera que las instituciones no llegaran a escucharnos como debería ser, sino que año tras año, nosotros debemos acudir para que el adoctrinamiento gubernamental se profundice en busca de que nada cambie. El mismo orden se repite. Los tecnócratas pagos por las instituciones acuden para dictarnos el quehacer correctamente a quienes de manera ad honorem trabajamos eso sí, por el bienestar colectivo. 

Positivo que a este XXIV Congreso del SNP, se le haya denominado “Crisis Climática, Territorio y Paz”. Esto muestra que la temática ambiental ha ido ganado terreno en la discusión social. Quienes desde nuestra juventud optamos por el ambientalismo, sentimos una gran satisfacción por tan significativo paso. Sigo Lamentando, y protesté, porque mi potencia sobre la CRISIS CLIMÁTICA Y ECOLÓGICA no la haya podido exponer debidamente, precisamente porque como siempre no alcanzó el tiempo, como dije, primero son los tecnócratas del gobierno, por último, nosotros.