La reciente disputa pública entre la canciller Laura Sarabia y el ministro del Interior Armando Benedetti ha generado una crisis interna dentro del Gobierno del presidente Gustavo Petro, una situación que podría dañar la imagen del mandatario y afectar la cohesión de su equipo de trabajo. Aunque ambos funcionarios habían logrado mantener una tregua después de sus intensos enfrentamientos previos, la filtración de nuevos audios a la Fiscalía ha reavivado el conflicto y profundizado las divisiones dentro del gabinete.
En los audios entregados por Sarabia a la Fiscalía, Benedetti parece sugerir que su relación con la Fiscalía le garantiza impunidad, afirmando que podría acceder a cualquier cargo sin consecuencias legales. Esta revelación ha causado gran preocupación, ya que refleja una posible estrategia para evadir responsabilidades, lo cual se convierte en un tema delicado para el gobierno, que se enfrenta a críticas por la gestión de la justicia y la corrupción.
El ministro Benedetti, por su parte, ha intentado minimizar el escándalo, rechazando las acusaciones y desestimando la gravedad de los audios. En declaraciones recientes, aseguró que no será removido de su cargo, lo que ha alimentado aún más la tensión dentro del gabinete, donde otros funcionarios consideran que esta disputa podría socavar la credibilidad y estabilidad del Ejecutivo.
En medio de esta crisis, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, ha expresado su preocupación por los efectos que esta disputa podría tener en el presidente Petro. En una entrevista, Sanguino aseguró que el conflicto interno «le hace daño al presidente» y sugirió que se requiere una «tregua multilateral» entre los involucrados para resolver las diferencias de manera pacífica y evitar que este tipo de tensiones continúen afectando la gobernabilidad del país.
El enfrentamiento entre Sarabia y Benedetti se ha sumado a una serie de problemas internos que ya aquejan al gobierno de Petro, como la presión por la implementación de las reformas y los conflictos con otros sectores políticos y sociales. Las revelaciones sobre el conflicto, sumadas a los escándalos previos, han generado incertidumbre tanto a nivel interno como en la opinión pública, que sigue de cerca la evolución de los acontecimientos.
La falta de una resolución clara sobre este conflicto podría profundizar la crisis política dentro del gobierno, afectar la percepción de los ciudadanos y aumentar el desgaste de la administración de Petro, que, desde su llegada al poder, ha tenido que enfrentarse a desafíos complejos tanto dentro como fuera del gabinete. Si el conflicto no se resuelve de manera rápida y efectiva, podría seguir alimentando las tensiones y debilitando la capacidad del gobierno para avanzar con su agenda legislativa y administrativa.
Además, la creciente desconfianza entre los miembros del gabinete podría obstaculizar la toma de decisiones cruciales, particularmente en un momento en el que el país enfrenta problemas económicos y sociales que requieren una respuesta unificada del gobierno.
En los próximos días se espera que surjan más detalles sobre la disputa, y se anticipa que los audios adicionales entregados por Sarabia podrían generar nuevas revelaciones que afecten aún más la dinámica interna del gobierno. Si no se encuentra una solución, el conflicto entre Sarabia y Benedetti podría convertirse en un factor determinante en la estabilidad del gobierno de Gustavo Petro.