El Distrito de Barranquilla, a manos del mandatario Jaime Pumarejo quiere consolidar a toda costa el mercado con la propuesta macro del Gran Bazar.
Sin embargo, olvida hacer una investigación previa si en realidad a los comerciantes que están aledaños al proyecto les conviene y están de acuerdo.
A raiz de lo anterior, cada vez es más preocupante lo que acontece con estas personas pues afirman con vehemencia que sino obedecen, tendrán consecuencias negativas sus negocios que por más de 30 años están laborando.
La pregunta es: ¿de que sirve el supuesto gran avance del mercado Sredni con 140 locales y 11 cocinas dignas para nuevos emprendedores, si desde hace más de 3 décadas, comerciantes del mercado de Barranquillita y más adentro, exactamente en la Magola, viven un completo deterioro y tienen que día traa día sobrevivir?
Manifiesta Gabriel Fuentes Florez que ha venido ejerciendo su actividad con la venta de insumos de la canasta familiar pero que lamentablemente ha sido menoscabado como también más de 40 comerciantes del proyecto del Gran Bazar.
» Hemos sido perjudicados con este proyecto, ya que los que habitamos y trabajamos aquí no somos beneficiados por la construcción del Gran Bazar ya que no nos han tenido en cuenta y lo peor, no nos han tratado como seres humanos», comenta.
Otros comerciantes expresan que la alcaldia les va a pagar la actividad económica pero ofreciendo un precio muy irrisorio por los locales que solo ellos, los del Distrito consideran conveniente»
» A nosotros nos están ofreciendo doce millones de pesos… ¿ dígame, quien construye un local con 12 millones de pesos, además,quien nos va a dar los insumos…? Manifestó, el doliente.
Expropiación de los locales.
También hay algo delicado y es que si no cumplimen con el requisito, les expropean sus locales, cosa que ya han venido haciendo.
» A nosotros nos están expropiando por la gran ley de expropiación de garantías y el alcalde lo que delega es que por medio de Edubar, el secretario de espacios públicos desarrolla tal gestión. Asimismo, en ningún momento nos han reubicado», declaran.
Según otros comerciantes el Distrito no avisa y enseguida va actuando con la destrucción de los locales y ellos con la angustia pintada en el rostro tienen que buscar a contrarreloj donde meter los productos que terminan, quedando en la calle.