El Gobierno impulsa la soberanía sanitaria con ciencia hecha en casa


Con una inversión cercana a los $8.000 millones, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCiencias) está liderando una ambiciosa estrategia para garantizar el acceso a medicamentos esenciales producidos en Colombia, en alianza con el Ministerio de Salud y la Universidad de Antioquia. La iniciativa, que forma parte del compromiso del Gobierno del Cambio con la soberanía sanitaria, busca fortalecer la capacidad nacional de desarrollar y fabricar tratamientos prioritarios para enfermedades que afectan especialmente a las poblaciones más vulnerables del país.

Desde 2023, a través del Fondo de Investigación en Salud (FIS), MinCiencias ha financiado investigaciones para la producción local de medicamentos como la Cloroquina, usada contra la malaria y que ya cuenta con registro INVIMA, y el Praziquantel, cuyo registro sanitario se espera para este mes. Ambos fármacos son fundamentales para enfrentar enfermedades parasitarias en zonas endémicas del país.

También están en curso los procesos para aprobar el uso de otros medicamentos estratégicos como la Niclosamida y el Benznidazol, este último crucial en el tratamiento del mal de Chagas, una enfermedad olvidada que afecta a comunidades rurales.

En 2024, ante la declaratoria de interés público sobre medicamentos para personas que viven con VIH, el Ministerio destinó $2.500 millones para el desarrollo de un tratamiento triconjugado con Dolutegravir, Tenofovir y Lamivudina. Se espera que este fármaco esté disponible en el primer semestre de 2026, contribuyendo a garantizar el derecho a la salud mediante soluciones científicas nacionales.

La apuesta por la soberanía sanitaria se fortaleció en julio de 2025 con la firma de dos nuevos convenios con la Universidad de Antioquia. El primero, con una inversión de $1.885 millones, permitirá el desarrollo de la Primaquina, otro medicamento esencial contra la malaria. El segundo, por $1.549 millones, se enfocará en la implementación de una línea de filtración esterilizante para producir soluciones magistrales estériles —preparaciones vitales para casos de intoxicación grave— entre las que se incluyen:

  • Alcohol Etílico 99%: usado en casos de intoxicación por metanol o etilenglicol.
  • Nitrito de Sodio: esencial para el tratamiento de intoxicaciones por cianuro.
  • Sulfato de Magnesio: útil en casos de intoxicación por plaguicidas.
  • Bicarbonato de Sodio: compuesto de uso frecuente en hospitales, especialmente para tratar acidosis metabólica.

Estas soluciones, de difícil acceso en el mercado actual, serán elaboradas en condiciones estériles para su uso seguro y oportuno en centros hospitalarios del país.

“El conocimiento salva vidas”, ha reiterado MinCiencias, que ahora convierte esta consigna en política pública. Colombia avanza hacia la independencia farmacéutica con pasos concretos y firmes. Más allá de los discursos, la soberanía sanitaria comienza a construirse con hechos: decisiones valientes, inversión en ciencia y compromiso con la vida.