Luego de que se conocieran presuntos casos de dopaje en el partido entre Bolivia y Colombia por las Eliminatorias al Mundial de 2026, la reacción del entorno colombiano no se hizo esperar. Según información preliminar, al menos dos jugadores habrían arrojado resultados adversos en los controles antidopaje realizados tras el encuentro disputado en La Paz.

Uno de los casos estaría vinculado a un futbolista boliviano, y los reportes apuntan a la presencia de estimulantes prohibidos, utilizados para mejorar el rendimiento en la altura. Aunque aún se espera la confirmación oficial de la muestra B, la situación ya genera preocupación.

Desde la Federación Colombiana de Fútbol, se elevó una solicitud formal a la Conmebol para que el proceso sea llevado con absoluta transparencia y se investigue si existe un patrón en el uso de estas sustancias en partidos jugados en altitud.

Colombia, que salió con un resultado positivo de ese encuentro, considera que este tipo de irregularidades compromete la equidad de la competencia y podría tener implicaciones más allá del ámbito individual. En tanto, la Federación Boliviana pidió cautela y aseguró estar dispuesta a colaborar con cualquier requerimiento de las autoridades antidopaje.

La Conmebol, por el momento, mantiene reserva mientras se analizan las muestras complementarias. No obstante, el caso podría marcar un precedente en la región si se confirman las sospechas de dopaje en un contexto que históricamente ha generado debates: el rendimiento deportivo en la altura.