La reciente advertencia del exsubsecretario de Estado de Estados Unidos, quien aseguró que podrían aumentar los enfrentamientos con Colombia debido a su creciente relación con China, ha generado reacciones en distintos sectores del país, que defienden el derecho soberano de Bogotá a diversificar sus alianzas internacionales.
“Van a haber más fricciones”, afirmó el exfuncionario estadounidense en declaraciones que reflejan la preocupación de Washington por la presencia creciente de China en América Latina. No obstante, desde Colombia, analistas y voceros oficiales subrayan que el fortalecimiento de los vínculos con Pekín responde a intereses estratégicos y no a una confrontación con Estados Unidos.
El gobierno colombiano ha reiterado que su política exterior busca nuevas oportunidades de cooperación en infraestructura, comercio, ciencia y tecnología, sin descuidar las relaciones históricas con Washington. “Colombia no pertenece a ninguna esfera de influencia y tomará sus decisiones en función de su desarrollo y bienestar”, señalaron fuentes diplomáticas.
Para expertos en relaciones internacionales, las declaraciones del exsubsecretario revelan una visión anacrónica de las dinámicas geopolíticas actuales. “No estamos en la Guerra Fría. América Latina, y en este caso Colombia, tiene plena capacidad de establecer relaciones con múltiples actores sin tener que escoger bandos”, indicó el politólogo Mauricio Romero.
El debate reabre la discusión sobre la autonomía en la política exterior colombiana, en momentos en que países de la región amplían sus relaciones con potencias asiáticas, europeas y africanas. Mientras tanto, el Gobierno Nacional se mantiene firme en su propósito de avanzar hacia una diplomacia multilateral y no subordinada.