Por: Angie Velandia

Luego de semanas de que se destapara el escándalo por el desfalco de los $70 mil millones que tenían que ser destinados para el proyecto Centro Digitales, una de las preguntas más importantes que ha surgido es ¿Cuál es la responsabilidad de la ministra de las TIC? Alrededor de esto, hay opiniones divididas frente al futuro de Karen Abudinen, en donde muchos piden su renuncia y hasta un proceso judicial en su contra, y por otro lado un sector que la respalda y defiende su inocencia esperando que salga bien librada del escándalo.

Si bien la propia ministra Karen Abudinen manifestó haber sido engañada por los contratistas del consorcio y sostuvo el correcto accionar por parte del ministerio al diligenciar las respectivas denuncias, cabe recordar que el escándalo se desata luego de que al ministerio lo llaman a audiencia, porque se evidencia un incumplimiento con los tiempos de instalación de los puntos de conectividad y en dicha audiencia es una representante del banco ITAÚ la que denuncia las irregularidades de unas garantías que ellos (el banco) no habían certificado; esto quiere decir que no es directamente el ministerio quien descubre y denuncia el desfalco.

Además de esto y tal como lo aseguró Katherine Miranda Peña, representante a la cámara por el partido verde, el ministerio fue advertido en varias ocasiones por diferentes medios de comunicación respecto a los contratos que se estaban realizando con un consorcio que no demostraba tener experiencia alguna para un megaproyecto.

Cuales son las funciones de la ministra de las TIC dentro del proyecto

Dentro de las funciones de la ministra estaba el liderar la vigilancia de la ejecución del presupuesto de la cartera, que de acuerdo con un veedor barranquillero, el comité evaluador que debía supervisar Abudinen no existe y por lo tanto es ella quien debe responder ya que toda “responsabilidad está en cabeza de los administradores según la ley” y de acuerdo “al artículo 12 de la  ley 80, todos los representantes o gerentes de la entidades estatales, responderán por sus omisiones; ¡así de fácil! Ella tuvo una omisión bien grande por no poner un comité evaluador que evaluará las hojas técnicas con profesionales de alta calidad para que estudiaran las hojas de vida. Ella no quiso que le revisaran las hojas de vida a las empresas, porque se iba a encontrar con que Novatic no existe, la que existe es Funtic” afirma el veedor barranquillero.

Sumado a todo lo que se ha revelado respecto a la contratación del consorcio UT Centros Poblados, algo que también pone en tela de juicio la responsabilidad de la ministra en el desfalco es la cercanía que ella y las empresas pertenecientes al consorcio tienen con ciertos sectores políticos y personalidades de la política como lo son Cambio Radical, el clan de los hermanos Char y polémicos contratistas como Emilio Tapia Aldana, Juan Cáceres Bayona y Jorge Ibán Rozo Barragán. (Para más información sobre las empresas contratistas)

A pesar de esto, también se sabe del respaldo que hasta hoy la ministra ha recibido por parte del presidente, Ivan Duque, quien manifestó su apoyo a la labor de la funcionaria destacando sus cualidades humanas y profesionales, sin embargo, también ha ido perdiendo credibilidad de personas cercanas a su afinidad política, como lo son la periodista Salud Hernández y el representante a cámara por el Centro Democrático, Gabriel Santos, quienes públicamente pidieron la renuncia de Abudinen.

Lo que se espera ahora son las últimas declaraciones o en su defecto la renuncia de la ministra en la moción de censura que tendrá lugar el día de mañana 3 de septiembre a las 9:00 a.m.