Por: William Leyton
Es un evento que busca formular un diálogo sobre el papel de las mujeres indígenas y rurales en la protección de los territorios ancestrales. Buscamos que el territorio del Último Bosque Andino Amazónico sea reconocido como sujeto de derechos ambientales, territoriales y culturales. Esto es fundamental para garantizar la protección, conservación y restauración de su diversidad biológica y ciclo hídrico, que son vitales para las comunidades presentes y futuras.

Las responsabilidades en esta tarea recaerá sobre el Estado, las autoridades ambientales, las comunidades indígenas, las mujeres, los jóvenes y los niños, niñas y las comunidades locales, quienes deberán trabajar en conjunto para mitigar los daños causados por la deforestación, la colonización desregulada y la explotación de recursos naturales, fundamentándose en un enfoque ecocéntrico y el derecho a un ambiente sano.
El Último Bosque Andino Amazónico es un ecosistema que conecta los páramos, la selva y los ríos voladores. Desde el Parque Nacional Natural Chiribiquete, Serranía de La Macarena, Tinigua, Cordillera de los Picachos, Páramo de Sumapaz y los Parques regionales Páramo de las Oseras y el Parque Galilea, y los bosques sin protección que los unen, esta ecorregión debe ser entendida de forma integral, y el país debe entender que la naturaleza no tiene límites administrativos ni fronteras políticas; comprenderlo es necesario para proteger esta fuente crucial de agua y biodiversidad, que sustenta a muchas especies y a millones de personas que dependen de sus ríos.
El agua es el elemento central de esta ecorregión, donde 87 cuencas hidrográficas mantienen la vida de unos 13 millones de habitantes. Su integridad ecológica es crítica. Existe una deforestación extensa que causa daños por ocupación de áreas protegidas, agricultura y ganadería inadecuadas, y explotación de recursos naturales. Esto altera el ciclo del agua y afecta la salud de los ríos, la biodiversidad y las especies.

La fragmentación del territorio compromete la supervivencia de muchas especies, incluyendo aquellas que son migratorias. La crisis de las especies se convierte en una amenaza alarmante, con procesos ecológicos fundamentales siendo gravemente impactados.
Buscamos superar las desigualdades en las medidas de protección de la ecorregión. Así mismo, buscamos contar con un enfoque integral que contemple los bosques y el ciclo del agua; la conectividad de los ecosistemas está en peligro. Es crucial una protección real y efectiva que abarque todo el territorio.
La conectividad entre los Andes, la Amazonía y la Orinoquía es vital para el futuro. Debemos actuar ahora para proteger nuestro entorno y asegurar un legado para las generaciones venideras.
Es por eso que este 4 de mayo a las 4 pm en la zona de amortiguamiento del Parque Regional Galilea (Centro verde via Melgar a Icononzo) se celebrará el evento «Cantos a la madre selva», donde contaremos con la presencia de la soprano Julieth Lozano Rolong la mejor voz del mundo según BBC Singer of the World y el pianista Juan Acosta, y con ella estarán acompañadas un panel de mujeres jueces indígena Pijao, Barasano, lideres de la mesa Victimas, mujeres firmantes de paz, delegados: Defensoria del pueblo, Ministerios de Ambiente, Agricultura, Administraciones Municipales, secretarias de la mujer de Melgar y Icononzo, quienes sumarán su voz a la protección del Último Bosque Andino Amazónico de Colombia. Soprano: Julieth Lozano Rolong Todos y todas están invitados a este evento, donde celebraremos en un acto simbólico el es lanzamiento de la estrategia ancestral «Iniciativa de las comunidades rurales e indígenas del Último Bosque» y la Corporación Opción Legal.
Esta estrategia se enmarca dentro del Decreto 1275, por el cual se establecen las normas requeridas para el funcionamiento de los territorios indígenas en materia ambiental y el desarrollo de las competencias ambientales de las autoridades indígenas y su coordinación efectiva con las demás autoridades ambientales.